
Todos los días deberían ser 8 de marzo mientras no cese la violencia contra las mujeres; este año más que nunca queremos poner en valor y visibilizar la lucha diaria de las mujeres a lo largo del mundo, para conseguir un mundo «sin violencias y en paz», donde todas las personas podamos desarrollarnos plenamente.
Desde IU denunciamos la violencia de las guerras, una violencia basada en la destrucción y el odio al diferente, porque desde el odio solo se destruye como hemos visto a lo largo de la historia. Las guerras imposibilitan la vida y aceleran la destrucción del planeta. Denunciamos el nuevo intento de aniquilamiento del pueblo palestino, el intento de anexión del territorio de Gaza por parte del régimen sionista de Israel. La violencia fascista de Trump y la violencia sionista de Israel van de la mano en un nuevo intento de ocupación, exterminio y limpieza étnica. Un proyecto colonial que niega al pueblo palestino el derecho a su tierra y existencia. Un genocidio donde la infancia y las mujeres han sido víctimas mayoritarias.
Hoy desde Izquierda Unida volvemos a denunciar al capitalismo y el imperialismo como los marcos que sostienen la desigualdad y la explotación de las personas y el planeta. Seguimos denunciando a la OTAN, cómplice de EE. UU. en su afán expansionista, provocadores de conflictos y guerras en territorio europeo, con la connivencia de la UE. El capitalismo y el fascismo provocan las guerras, pero son los pueblos y las más vulnerables quienes la sufren. Denunciamos la violencia que se ejerce sobre las mujeres, utilizadas como armas y botín de guerra.
La desigualdad que denuncia el feminismo sigue siendo estructural asentada y sostenida por un sistema capitalista y patriarcal cuyo objetivo es obtener beneficios para unos pocos a costa del resto de las personas, pero actuando más duramente sobre las más vulnerables y oprimidas, que continuamos siendo las mujeres en todas sus diversidades (migrantes, racializadas, trans, con diversidad funcional, mujeres jóvenes y mayores).
Seguimos denunciando la violencia de la justicia patriarcal que se ceba sobre las madres protectoras, desprotegiendo a las y los menores víctimas de padres maltratadores. Las feministas de IU estamos con Juana Rivas y todas las madres protectoras y seguimos diciendo alto y claro que un maltratador no es un buen padre.
La sostenibilidad de la vida es responsabilidad de la sociedad en su conjunto, sin embargo, la organización social de los cuidados sigue siendo capitalista y patriarcal. La resolución de los cuidados sigue recayendo sobre los hogares y, de manera principal, sobre las mujeres de manera gratuita; pero cuando los cuidados salen al mercado lo hacen en condiciones de precariedad absoluta, con un resultado basado en la desigualdad de género, etnia y clase social.
Seguimos denunciando la violencia política que se ejerce sobre las mujeres, basada en relaciones asimétricas de poder, sabemos que el machismo es estructural y recorre toda nuestra vida y militancia por ello las feministas que hicimos nuestro el grito «hermana yo sí te creo», que sabemos de los tiempos necesarios para denunciar o no hacerlo, no debemos mirar para un lado ante los testimonios en redes sociales, entendemos y comprendemos esos testimonios, son parte de una sociedad patriarcal donde las víctimas se sienten inseguras y no confían ni en la judicatura ni muchas veces en las organizaciones políticas. Demandamos un nuevo contrato social feminista, donde los recursos se compartan equitativamente y donde la voz y la capacidad de acción de las mujeres se realicen plenamente.
Denunciamos la violencia económica que se ejerce sobre las mujeres, cuando el 39,2% es el porcentaje de la brecha salarial de género, que se explica por los complementos salariales en las nóminas.
Denunciamos la violencia de especuladores, rentistas y fondos buitre, acumuladores de viviendas. Las desigualdades estructurales de género también alcanzan al acceso y mantenimiento de los hogares; la división sexual del trabajo conlleva que las mujeres (solas, precarizadas, racializadas, con personas dependientes) seamos las principales afectadas por la ausencia de un derecho efectivo a la vivienda. Este 8 de marzo reclamaremos en las calles al igual que lo hicieron las mujeres de Petrogrado en 1917 y fue el estallido de la revolución de octubre: pan, techo, trabajo y fin de las guerras.
Este 8 de marzo estaremos junto a miles de mujeres y hombres en las calles, reivindicando feminismo para vivir sin violencias y en paz.
Este 8 de marzo estaremos en las calles luchando contra la extrema derecha, convirtiendo nuestra rabia individual en lucha colectiva.
Nos reafirmamos en que el olvido y la desmemoria también es violencia, este 8 de marzo también estará presente la memoria feminista, la resistencia y organización de las mujeres durante la dictadura franquista, el ejemplo de Juana Doña, Manolita del Arco, Tomasa Cuevas y cientos más, son faro que nos acompaña en nuestra exigencia de verdad, justicia, reparación feminista y no repetición.
Un año más saldremos a las calles a gritar: ¡Aquí estamos las feministas!