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Maíllo explica que la posición de Izquierda Unida pasa por “elevar el estado de alarma para que el Gobierno central tome el control” de la gestión de la catástrofe en Valencia

El coordinador federal rechaza entrar en acusaciones partidistas y afirma en rueda de prensa que la “evaluación de la gestión de la catástrofe generada por la Dana la hacen ya quienes la padecen, que han dictaminado que hay deficiencias graves cuando a casi una semana de la lluvia aún hay basura sin retirar, posibles cadáveres en los garajes o falta de alimento y de suministros básicos que no llegan a la población más vulnerable”

Advierte de que “sobre esa simiente de sentimiento de abandono se han infiltrado grupos de ultraderecha, que han hecho lo mismo que hicieron en la pandemia y ahora lo hacen con el desastre”

Critica “la falta de empatía y de sensibilidad” del jefe del Estado por la visita organizada por la Casa Real a la zona devastada, de quien dijo que “nos preocupa la falta de conciencia de un rey que cree que iba a ser recibido entre vítores y se encuentra con la realidad de un municipio absolutamente desbordado, gente muy agotada, y el contraste entre la falta de recursos adecuados y la rapidez en la concentración de recursos para una visita que podía haberse hecho en otro momento”


El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha explicado esta mañana en rueda de prensa que la posición política de esta formación pasa por “elevar el estado de alarma para que se tome el control desde el Gobierno central”, en relación a la gestión de la catástrofe provocada por la Dana en un amplio territorio valenciano que abarca varias decenas de localidades.

Consideró que debe “aplicarse la Ley Orgánica 4/81, que decreta los estados de alarma”, para “pasar ya al nivel 3, porque la situación requiere la máxima celeridad en la gestión de las ayudas, de la eliminación de daños y de la vuelta urgente a la normalidad”.

Maíllo comenzó sus explicaciones destacando que “lo primero que queremos transmitir es nuestra preocupación por el crecimiento del número de víctimas, que en estos momentos son un contador abierto, y también nuestra preocupación máxima porque la ayuda no está llegando lo rápido que debiera”.

Reiteró las sentidas “condolencias a los familiares de las víctimas”, que desde todas las instancias de IU se han expresado desde que se conocieron las primeras pérdidas humanas. Transmitió que “lo más importante en estos momentos” pasa por “la necesidad de búsqueda de las personas desaparecidas, una máxima prioridad que tiene que venir acompañada por acelerar la limpieza de los garajes, casas y calles de los pueblos afectados”, para que se pueda así “garantizar el suministro de agua y de alimentos básicos a la población”.

Entre las prioridades destacó también garantizar “la salud pública y actuar con rapidez para evitar posibles infecciones, además de que se garantice “la movilidad con buses lanzadera” de las decenas de miles de personas afectadas, para que la población de los pueblos más castigados gestionar sus necesidades primordiales”.

Antonio Maíllo descartó entrar en ningún tipo de aprovechamiento político de lo sucedido y destacó que “la evaluación de la gestión se hará en los procedimientos institucionales”, y quiso dejar claro que esa misma “evaluación de la gestión de la catástrofe generada por la Dana la hacen ya quienes la padecen, y han dictaminado que hay deficiencias graves cuando a casi una semana de la lluvia aún hay basura sin retirar, que puede ser foco de infecciones, posibles cadáveres en los garajes o falta de alimento y de suministros básicos que no llegan a la población más vulnerable”.

El máximo responsable de Izquierda Unida explicó que desde el primer día ha estado “en contacto permanente con responsables políticos de las asambleas locales de Izquierda Unida de los pueblos afectados -puso el ejemplo de Catarroja, Paiporta, Benetúser, Massanasa o Chiva- además de la coordinadora de la federación valenciana”, Rosa Pérez de EUPV, y su coincidencia en las valoraciones ha sido “unánime sobre la situación en la que nos encontramos y sobre lo que la población sabía”.

“Lo que sabemos ahora mismo -recordó- es que el martes hubo un aviso rojo para la zona de la AEMED, que fueron ampliados a lo largo del día desde la 08:00h. de la mañana en sucesivos momentos, que a las 13:00h. el presidente Mazón estaba entregando premios y avisando de que a las 18:00h. remitirían esas lluvias, y que a las 20:00 horas se dio la alerta cuando ya el agua estaba en el cuello de muchos y muchas valencianos y valencianas”.

Visiblemente emocionado, Maíllo apuntó que su impresión tras las múltiples conversaciones mantenidas con las personas responsables de IU en los pueblos afectados es que “sacan fuerzas de flaqueza, están por la devastación con un sentimiento de abandono, pero también fortalecidos por la red de solidaridad que se ha creado entre los vecinos”.

Alertó también de que “sobre esa simiente de sentimiento de abandono se han infiltrado grupos de ultraderecha aprovechando esta coyuntura, que han hecho lo mismo que hicieron en la pandemia y ahora lo hacen con el desastre”.

Preguntado por los periodistas sobre las palabras de Felipe VI advirtiendo a algunas personas con las que habló de que tuvieran cuidado con los propagadores de desinformación para sembrar el caos, Maíllo denunció que esto está pasando “no solo con algunos políticos, también con pseudo periodistas, pseudo medios, algunos financiados y muy bien por gobiernos del Partido Popular, que no tienen nada que ver con la mínima deontología profesional, ni con los mínimos niveles de exigencia de rigor informativo”.

Indicó que la mayoría de ellos “evidentemente, están muy vinculados a la extrema derecha y a toda esta corriente de intoxicación y de aprovechamiento de la desgracia ajena para situar un ambiente de anti Estado, un ambiente anti político, que desde luego nosotros no aprobamos”.

Explicó que algunos de esos grupos organizados son los mismos que “se mezclaron con una visita de instituciones absolutamente innecesarias e inoportunas”, en referencia a la visita decidida y organizada por la Casa Real, con la presencia del jefe del Estado y su esposa, a quienes acompañaron los presidentes de los gobiernos estatal y de la Generalitat valenciana.

Antonio Maíllo valoró también que “creo que hay un consenso social” en relación a que “después de varios días en los que las ayudas no van todo lo rápido que se quisiera, donde faltan recursos para que lleguen al último rincón, no se entiende que se dediquen recursos a la organización de una visita que los detrae de la prioridad máxima, que es el intento de volver a la normalidad”.

Ilustró gráficamente esta idea señalando las palabras de algunos vecinos de que ‘No entran voluntarios ese día porque entra la visita’. De la misma manera criticó “la falta de empatía y de sensibilidad” por parte del jefe del Estado, de quien apostilló que “nos preocupa la falta de conciencia de un rey que cree que iba a ser recibido entre vítores y se encuentra con la realidad de un municipio absolutamente desbordado, gente muy agotada, muy cansada, y el contraste entre la falta de recursos adecuados y la rapidez en la concentración de recursos para una visita que podía haberse hecho en otro momento”.

Redes de solidaridad frente a la manipulación de la ultraderecha

Maíllo aseguró rotundo que “ya condenamos la agresión al presidente del Gobierno, como siempre lo hemos hecho. Las acciones de violencia nos parecen absolutamente injustas y, sobre todo, nos parecen absolutamente rechazables. Por tanto, ninguna duda sobre eso, sobre todo porque hay una salida descarada del armario, permítanme la expresión, de la extrema derecha, que además reivindica jocosamente la agresión”. Para poder frenarlo indicó que “creo que ante esto hace falta una movilización, una movilización democrática porque si no, luego puede ser tarde”.

El líder de IU comentó también el “ambiguo papel del Ejército”, sobre todo después de que las personas que le han transmitido información sobre el terreno coincidan en que “ha habido una discrepancia entre la expectativa que se generó con la llegada del Ejército, que pensaban que iban a realizar labores de desescombro, de limpieza, de ayuda a quienes se lo pedirán”, y cuyos integrantes se limitaron en los primeros momentos en buena parte de los casos a “una estricta labor de vigilancia”.

“Nos transmiten testimonios de soldados que por su voluntad, en momentos de fuera de servicio, han ido a ayudar a los vecinos y a las peticiones que les han hecho pero que, sin embargo, cuando estaban como soldados y al calor de peticiones concretas de vecinos para ayudar en determinadas casas o calles, estaban parados porque así lo habían establecido sus mandos”.

Por ello, indicó que “hay que aclarar el papel de cuál era el papel del Ejército en esta situación y, evidentemente, la sorpresa por parte de la población al encontrarse con brigadas que no desarrollaban las labores para las que pensaban que habían venido”.

El máximo responsable de IU incidió en que “pese a los mensajes de odio, de crispación, bajo los mensajes de oportunistas que se quieren aprovechar del dolor y de la indignación justificada de la población, no hay que olvidar las redes de solidaridad están prevaleciendo en la realidad cotidiana de los pueblos, que hay fuerza a pesar de la desolación, que hay brigadas de limpieza solidaria, de ayuda colectiva, de suministro de agua a personas mayores y de suministro de alimentos básicos, que desde esa indignación justificada, crece la red de solidaridad”.

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