El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha reclamado esta mañana “políticas audaces de vivienda” para evitar que las indudables “mejoras salariales y en el empleo” no sean “neutralizadas” por lo todo lo demás que tienen que pagar numerosas familias para hacer frente a la hipoteca o al alquiler.
Durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la sede de CCOO, junto al secretario general del sindicato, Unai Sordo, tras mantener durante algo más de una hora lo que ha detallado como “el primer encuentro que tiene la nueva dirección federal de IU con un agente social tan importante como CCOO”, Maíllo incidió sobre el mismo tema y apostó porque “debe haber una aceleración legislativa, con instrumentos desde el Gobierno central para solventar algo que denunciamos y que es una evidencia: el boicot desde los gobiernos del PP al desarrollo de las políticas de vivienda transferidas a las comunidades autónomas”.
El máximo responsable de IU reconoció a los periodistas la “coincidencia prácticamente plena” entre su formación y el sindicato “en el diagnóstico de los temas tratados y sobre la situación en nuestro país y en el mundo”.
Además del tema de la vivienda, esto incluye también lo que tachó como el “gran debate de este momento”, en referencia a “la negociación que se lleva a cabo y que está atascada por el gran empresariado de la reducción de la jornada laboral sin reducción de salario”.
“Hacen falta políticas audaces de vivienda, a través de la promoción de vivienda pública y de alquiler que permita que esas mejoras salariales no se vean neutralizadas por los pagos de las familias trabajadoras al alquiler o a la compra de la casa”, insistió sobre la primera cuestión.
Aseguró que desde Izquierda Unida “hemos planteado también en la reunión, de forma coincidente con CCOO, como las rentas del trabajo y las mejoras salariales se ven succionadas por el gasto en vivienda, ya sea en la hipoteca o el alquiler. Esa succión hacia sectores rentistas hace que haya un desequilibrio que tenemos que corregir”.
Sobre el segundo tema planteado de inicio, señaló el decidido apoyo de Izquierda Unida a “todo lo que significa ensanche de derechos”, lo que sin duda incluye la reducción de jornada laboral sin pérdida salarial, porque “está en nuestras propuestas fundacionales desde 1986, y fuimos la primera y única formación que lo llevó a debate al Congreso de los Diputados ya en 1995. Nosotros celebraríamos como un ensanche de derechos que lo pudiéramos culminar ahora”.
Maíllo trasladó también a Sordo, y así lo hizo público, “nuestro apoyo a las movilizaciones para, de alguna forma, condicionar la posición cerrada ahora de la CEOE”.
“Hace falta esa movilización en todos los sentidos -detalló-, en lo que toca a nuestro ámbito institucional, pero también recordando que en la década pasada los gobiernos del PP cerraban acuerdos con la CEOE con la exclusión de los sindicatos para recortar derechos”. De ahí su defensa en que si la patronal “se niega ahora a aceptar este acuerdo, pues que se aborde con los sindicatos, porque se trata de ensanchar derechos. Estando ahora en el Gobierno tenemos un instrumento más útil para poder conseguirlo”.
El máximo responsable de IU explicó a los medios que durante el encuentro puso también sobre la mesa “la primera iniciativa planteada desde mi mandato como coordinador federal, que es la celebración en otoño de un acto de Convocatoria por la Democracia, al que queremos dar mucha relevancia en términos ideológicos políticos y sociales”.
Destacó que en esa convocatoria “tienen una gran relevancia los sindicatos de clase como CCOO” y, por eso, “les hemos invitado a su participación”. Señaló que “hacemos esta convocatoria desde la disputa de que los reaccionarios que quieren destruir la democracia no pueden, además, utilizarla para sus fines”.
“Queremos -dijo- que haya un debate que nos trascienda como organización, pero que se sitúe en ese marco de defensa democrática, en su sentido genuino del poder del pueblo, frente a la ola reaccionaria que no es que quiera debilitar a la democracia, sino que quiere que pase como un paréntesis en la historia”.
Garamendi «hace una declaración de su propia impotencia»
A preguntas de los periodistas sobre las reiteradas manifestaciones de Antonio Garamendi en contra de la reducción de jornada y atacando la actuación de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en las negociaciones, Maíllo valoró que “cuando el presidente de la CEOE hace ese tipo de declaraciones, en el fondo está haciendo una declaración de su propia impotencia. Es el reconocimiento de que las políticas neoliberales de recortes, de debilitamiento de los derechos y debilitamiento del Estado han fracasado”.
Valoró que es en ese “descolocamiento” que demuestra el representante de la patronal “donde se instala un mensaje alarmista que no se corresponde con la realidad”. Y lo ilustró con el siguiente ejemplo práctico: “la reforma laboral no solo no empeoró el empleo, sino que lo ha mejorado; la reducción de la jornada laboral mejorará las condiciones del empleo y generará aún más empleo”.
A las acusaciones de Garamendi sobre que el Ministerio de Trabajo ‘hace política’, Antonio Maíllo respondió que “claro que la hace, eso no es nuevo y hace política desde el primer día, y está haciendo muy buena política”.
Apostilló que “hay que celebrar que siga haciendo política, aunque al señor Garamendi no le guste esa política. Esa fue la línea para la que fue elegido este Gobierno y por la que muchos de nosotros estamos trabajando, para que las condiciones de vida de la gente sean mejores cuando acabe esta legislatura que cuando empezó”.