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Crisis de la cobertura médica en verano

Red de Salud Federal de Izquierda Unida

La falta de cobertura médica durante el verano es un problema recurrente en España. Este año, la situación se ha visto agravada por la pandemia y el retraso en la disponibilidad de los médicos internos residentes (MIR). Aproximadamente 2.500 MIR de último año están siendo utilizados para «parchear» la falta de médicos en atención primaria durante el verano.

El turismo, tanto interior como exterior, también aumenta la demanda de atención médica, ya que muchos pacientes crónicos regresan a sus localidades natales o se desplazan de vacaciones. A pesar de los esfuerzos realizados, no se ha alcanzado un acuerdo para resolver este problema, y los centros de atención primaria podrían verse gravemente afectados. La falta de médicos se percibe con mayor intensidad en zonas turísticas, donde la demanda de servicios sanitarios se incrementa significativamente durante el verano.

La situación se ve agravada por la falta de previsión en la cobertura durante décadas, la insuficiencia de presupuestos en las Comunidades Autónomas, la precarización del empleo y la fuga de personal sanitario. Además, la falta de tratamiento de las plazas de difícil cobertura y en las zonas rurales agrava aún más la situación y da paso a las inequidades en materia de acceso a la sanidad y en la salud. En las zonas rurales la población flotante aumenta en verano. En muchos pueblos llega incluso a triplicar el número de personas empadronadas. Sin embargo, es habitual que en esta época del año se recorten servicios para dar vacaciones, por falta de personal y de previsión

Las CCAA, a pesar de tener gran parte de las competencias, y sobre todo las CCAA dirigidas por el PP, siguen sin asumir su responsabilidad.

Desde hace años, los recortes presupuestarios, la mala gestión y la derivación de recursos públicos a la sanidad privada están poniendo en grave peligro la calidad de la atención sanitaria pública, de manera que se promueve la privada, y todo ello dentro de una concepción neoliberal de la distribución de recursos que deriva gran cantidad de fondos públicos a la privada.

A corto plazo, consideramos imprescindible una planificación en base a los recursos y a los efectivos que tenemos para este verano, incidiendo especialmente en las plazas de difícil cobertura e incentivándola, y en un reordenamiento de efectivos.  

La solución a medio y largo plazo pasa por una mejora cualitativa de las condiciones laborales y la calidad de la atención, implementando especialidades de apoyo en la atención primaria.

Desde Izquierda Unida pedimos:

Más financiación para la sanidad pública:

  • Incrementar la inversión pública hasta alcanzar un presupuesto sanitario equiparable a la media de la Unión Europea.
  • Financiar adecuadamente la atención primaria, especialmente en áreas rurales.
  • Presupuestos finalistas. Garantizar que el aumento del presupuesto sanitario únicamente vaya a la sanidad pública. Ni a conciertos ni a modelos público-privados.
  • Reparto del gasto evitando el hospitalocentrismo: Dotación de un 25% para Primaria. Mejoras en atención primaria:
  • Dotar de recursos materiales y humanos suficientes a los centros de salud.
  • Asignar recursos y dimensionar plantillas teniendo en cuenta variables como la dispersión y la situación socioeconómica.
  • Hacer más atractivas las plazas de medicina familiar y aumentar la tasa de reposición.
  • Garantizar la apertura real de todos los consultorios y prestar atención sanitaria presencial.
  • Aumento del personal administrativo para descargar de burocracia a MAP.

Mejoras en hospitales y centros de especialidades:

  • Invertir en recursos propios en lugar de derivar a empresas privadas.
  • Planificar una red racional de hospitales públicos, fomentar los Hospitales comarcales en atención a las necesidades concretas de cada zona y reforzar los servicios de salud mental para conseguir el objetivo de reducción de psicofármacos.
  • Prestar especial atención a colectivos vulnerables y mujeres.
  • Fortalecimiento de la Atención Primaria y dotación de especialidades.

Reducción de listas de espera:

  • Aumentar los medios propios para reducir las listas de espera quirúrgicas, de consultas externas y de pruebas diagnósticas.

Mejoras laborales y profesionales:

  • Mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la sanidad pública.
  • Dedicación exclusiva de los y las profesionales. Incompatibilizar el trabajo en la sanidad pública y en la privada. Incentivar la exclusividad de la sanidad pública.
  • Formación de postgrado en el sistema público y plazas suficientes en Universidades públicas.

Atención a las personas más vulnerables:

  • Prestar atención a las personas mayores preferentemente en su medio y garantizar el acceso a la sanidad y la atención sociosanitaria.

Protección de la sanidad pública:

  • Cumplir la ley de sanidad vigente y limitar las externalizaciones a casos excepcionales y transitorios.

Medidas de contingencia para este verano

  • Incentivar la selección de periodo vacacional fuera del verano.
  • Incentivar y hacer más atractiva la elección de plazas de difícil cobertura. Salario y/o puntos en bolsa/estabilización.

La sanidad pública a medio y largo plazo

La atención primaria no se va a salvar únicamente aumentando el número de médicos. Además, para ello se necesitan 11 años para tener un facultativo especialista formado entre la educación universitaria y formación sanitaria especializada. Por ello cabe un cambio de paradigma en la forma de entender la sanidad donde la multidisciplinariedad debe tomar partido. Por ello proponemos:

  • Incluir otras especialidades sanitarias dentro de la cartera de atención primaria: farmacia, nutrición, fisioterapia, podología, psicología…
  • Distribuir las funciones bajo la coordinación de Medicina Familiar y Comunitaria bajo las demás especialidades ya mencionadas para disminuir la carga de trabajo a MFyC y hacerla una especialidad más atractiva a los MIRes.

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