Izquierda Unida considera que tras los resultados de las elecciones catalanas celebradas ayer “en Catalunya se abre una oportunidad histórica para iniciar una nueva etapa que deje atrás la parálisis del denominado ‘procés’ y un nuevo camino de avances sociales. En esta tarea histórica, el voto decisivo será el de Comuns-Sumar que, como en las pasadas elecciones generales, garantizará un gobierno de izquierdas”.
En total coincidencia con los compañeros y compañeras de Esquerra Unida de Catalunya (EUCat) “instamos a todas las fuerzas progresistas a que realicen los máximos esfuerzos en esta dirección para lograr un gobierno que dé esperanzas a la mayoría social haciendo políticas que atiendan a sus necesidades e intereses”.
Izquierda Unida destaca que “cuando el Gobierno de coalición apostó de manera decidida por la convivencia y propuso una ley de amnistía para pasar página, las derechas, junto a una parte de la judicatura y de los medios de comunicación anunciaron una especie de ‘apocalipsis’, en general, y la ‘ruptura de España’, en particular. Sin embargo, una inmensa mayoría de la sociedad catalana apoyó ayer con su voto a opciones que, de una forma u otra, apoyan esa ley”.
“A pesar de los insultos y las sobreactuaciones de las derechas -añade esta formación-, tanto en Catalunya como en el resto del Estado existe una mayoría alejada del ruido politiquero. El Gobierno de coalición tiene que tomar buena nota de ello y debe ser valiente, haciendo caso omiso a las respuestas del bloque reaccionario”.
No obstante, IU considera que estas elecciones arrojan también conclusiones menos favorables. Por un lado, “los resultados evidencian una derechización de la sociedad catalana, que se hará efectiva en el Parlament y que alcanza, incluso, al bloque independentista”.
“Pere Aragonès ya ha anunciado su retirada, pero no parece que Carles Puigdemont vaya a cumplir su promesa de abandonar la política si no es President. En cualquier caso, el ‘gen convergente’ ha resucitado para redirigir la propuesta independentista hacia posiciones elitistas más tradicionales. El protagonismo del corrupto Jordi Pujol durante el cierre de campaña para pedir el voto a Junts es algo más que un apoyo puntual”, señala esta formación.
Por otra parte, “saludamos el cordón democrático a Aliança Catalana, pero no basta con un dique de contención institucional, hay que poner pie en pared contra los discursos reaccionarios de todo tipo y en todos los ámbitos”.
Izquierda Unida considera que “la tarea de fondo del Gobierno progresista y federalista será frenar esta derechización, que enlaza con la dinámica europea e internacional, y lo debe hacer a través de avances sociales: más democracia, más derechos, más libertad. Hay que demostrar en la práctica que votar es útil y que la democracia sirve para que nuestras condiciones de vida mejoren. La sociedad, en todas las partes del Estado, sufre una especie de ‘cansancio democrático’ y de lo que se trata es de traducir esa fatiga en avances; esta es la única manera de que la situación no se enquiste y acabe en posiciones reaccionarias”.
Por último, Izquierda Unida considera que “ahora toca pensar en clave europea. En las próximas elecciones de junio nos jugamos algo más que la correlación de fuerzas en las instituciones europeas. Una posible alianza de gobierno entre las derechas y las extremas derechas acabaría con los consensos democráticos más básicos desde la posguerra. Necesitamos reforzar la izquierda firme, seria y útil que representamos”.
“Frente al falso dilema entre el retroceso reaccionario y la defensa del ‘statu quo’ que nos plantean las élites europeas, desde Izquierda Unida y Sumar apostamos por un avance transformador hacia una Europa que proteja a sus pueblos y cuide a su gente”.