El Ministerio de Defensa que lidera Margarita Robles ha eludido responder a todas las cuestiones que plantearon por escrito en el Congreso los diputados de Izquierda Unida en el Grupo Plurinacional Sumar Nahuel González y Fèlix Alonso sobre la exhibición oficial de un tapiz en el que se recordaba la figura del dictador Francisco Franco, en el marco de un acto castrense que presidió el jefe del Estado, Felipe de Borbón, el pasado mes de octubre.
Entre los temas concretos sobre los que Defensa guarda silencio está aclarar si ha abierto algún tipo de “expediente informativo” o decidido alguna “sanción” en relación a este tema, además de la pregunta más genérica sobre “qué medidas piensa adoptar para cumplir de una vez con la obligación de garantizar el cumplimiento íntegro de la Ley de Memoria Democrática”, mucho más tras los múltiples precedentes contabilizados que vinculan al estamento militar, en activo o en la reserva, con la vulneración de dicha norma en vigor desde 2022.
La respuesta del departamento de Margarita Robles apenas ocupa tres líneas y señala textualmente que ‘El Ministerio de Defensa desarrolla las actuaciones necesarias para cumplir de manera efectiva con la legalidad vigente en materia de memoria democrática, dentro del ámbito de competencias propias del mismo’.
El departamento que se ocupa de todo lo que tiene que ver con las Fuerzas Armadas españolas esquiva hacer alusión alguna a las circunstancias del acto castrense por el que preguntaban los diputados de IU en el grupo de Sumar, nada menos que la jura de bandera en la Academia Militar de Zaragoza del pasado 7 de octubre en la que participaron más de 400 cadetes, entre ellos/as la princesa heredera Leonor de Borbón, presidida por su padre, Felipe de Borbón.
En su iniciativa, tanto Félix Alonso como Nahuel González -este último portavoz en temas de Memoria del Grupo Plurinacional- planteaban también directamente al Ejecutivo si era “consciente de la violación e incumplimiento de la Ley de Memoria Democrática en un acto público de relevancia como lo es la jura de bandera en la Academia Militar de Zaragoza”.
De hecho, esta norma en cuya elaboración Izquierda Unida tuvo una participación especialmente activa durante la pasada legislatura recoge en su artículo 35 que son elementos contrarios a la Memoria Democrática: ‘Las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial’.
La ley en vigor señala en el punto 4 que cuando estos elementos estén en edificios públicos, las instituciones o personas titulares de los mismos serán responsables de su ‘retirada o eliminación’ y que carecerán de visibilidad los retratos u otras manifestaciones artísticas de militares y ministros asociados a la sublevación militar o al sistema represivo de la dictadura.
