Estimada compañera, estimado compañero:
Qué difícil ha sido el 2023. Despedimos uno de los años más complejos e importantes de la última década. Guerra, inflación, elecciones. La palabra del año ha sido polarización. Polarización provocada por una minoría reaccionaria que no asume la voluntad popular. Y es que, a pesar de las dificultades, 2023 ha sido el año en el que hemos demostrado que la historia no nos la pueden dictar desde arriba, ya que la escribimos los pueblos.
España estaba condenada a sufrir un gobierno de la derecha y la ultraderecha. Lo decían las encuestas, lo replicaban los medios de comunicación y se enorgullecían PP y Vox. Feijóo presidente, Abascal vicepresidente. Parece que ha pasado una eternidad, pero no, este consenso estaba instalado hace tan solo unos meses. Sin embargo, la ciudadanía demócrata y las izquierdas nos movilizamos para evitar un retroceso hacia los tiempos en blanco y negro.
Lo conseguimos, y el papel de Izquierda Unida fue clave. Clave para conformar una candidatura unitaria que nos permitió combatir la amenaza reaccionaria y clave para conformar un nuevo Gobierno de coalición progresista. Porque no basta con defender la democracia, necesitamos conquistar nuevos derechos. Si 2023 fue el año de la contención antifascista, 2024 debe ser el año del avance transformador. Y en esa tarea, de nuevo, IU será clave.
Y es que, quienes ya tenían escrito el reparto ministerial de un gobierno de PP y Vox, son los mismos que hace una década escribieron nuestra esquela como organización. Pero aquí estamos, siendo protagonistas del presente y del diseño del futuro de nuestro país. Con un ministerio, para convertir la preocupación por un presente y futuro digno para nuestra infancia y nuestra juventud en un reto de país. Con 5 diputadas y diputados, 12 parlamentarias y parlamentarios autonómicos, un eurodiputado, más de 200 alcaldías y cogobiernos municipales y 1.700 concejales.
Y, sin embargo, el mayor capital político de IU no está en las instituciones. Está en los municipios, los barrios, la sociedad civil. Es la comunidad militante que se distribuye a lo largo y ancho del país y que, más allá de las particularidades territoriales, tiene un nexo en común: la generosidad para dedicar una parte de la vida a construir, desde abajo, el bosquejo de la nueva sociedad a la que aspiramos. Ese trabajo militante, casi siempre silencioso y sin reconocimiento público, es el que ha posicionado a IU como la izquierda responsable y seria en la que se puede confiar porque para nosotros y nosotras lo primero siempre es la clase trabajadora.
Es a esa clase trabajadora a quien queremos desear con más fuerza un año nuevo cargado de avances y derechos. A las mujeres que, a día de hoy, aún preparan los encuentros familiares solas, a los agricultores que recolectan la comida de un campo asediado por la crisis climática, a quienes están detrás de la barra en los espacios de ocio, a quienes manejan el transporte público que nos lleva a esos espacios de ocio, a las personas ancianas que se sienten solas, a las personas jóvenes con ansiedad. Y, de manera muy especial, queremos desearle un próspero año nuevo a las mujeres que friegan escaleras: una sola de vosotras aporta más al país que toda la élite política clasista. También queremos mandar un fraternal abrazo al pueblo palestino, que sufre una brutal masacre a manos del ente sionista.
Mejorar la vida de las familias trabajadoras, esa es nuestra tarea. Mejorar las condiciones laborales, subir los salarios. Garantizar el acceso digno a la vivienda, bajar los alquileres. Defender el país que no sale en televisión, el campo, los municipios, la España abandonada. Cuidar la tierra que nos da de comer y la naturaleza amenazada por la lógica destructiva del capitalismo. Blindar y ampliar derechos de las mujeres y los colectivos LGTBIQ+ frente a las amenazas de retroceso, no sólo de las derechas. Luchar por la paz y contra la guerra, en Palestina y en todos los rincones del planeta. En definitiva, hacer un mundo más humano en un contexto en el que tema más buscado es la inteligencia artificial.
2023 no fue fácil y 2024 tampoco lo será. Lo sabemos. La incertidumbre seguirá atravesando nuestras vidas y la política. Ante esto no hay una solución mágica, pero sí una garantía de afrontar los retos con la tranquilidad revolucionaria que exige el momento político: con responsabilidad, vocación unitaria y altura de miras, situando los derechos de la clase trabajadora en el norte de nuestra brújula. Esta es la razón de ser de IU y lo seguirá siendo, con más convicción, frente a movimientos corporativistas. El contexto nos exige pensar siempre, en todo momento, en la gente.
Y lo haremos contigo, compañera, compañero. Codo a codo construiremos un horizonte republicano de paz, justicia social, igualdad, libertad y fraternidad. Codo a codo seguiremos escribiendo nuestra propia historia. Porque la historia es nuestra y la escribimos los pueblos.
Feliz 2024 y, por supuesto… ¡Salud y República!
COLEGIADA FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA
Domingo, 31 de diciembre de 2023