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Sira Rego destaca que el “eje social y de derechos” con las cinco exigencias que defiende IU para un Gobierno de coalición “formará parte del ADN del acuerdo, no tenemos duda”

La portavoz federal de Izquierda Unida considera “fundamentales” el “derecho efectivo a la vivienda, un plan nacional de justicia climática, la creación de una empresa pública de energía, de un sistema estatal de ciudadanos y una nueva financiación local suficiente” y después ya se verá “cómo se articula el equipo que va a defender esas propuestas políticas y esa línea programática”

La portavoz federal de Izquierda Unida, Sira Rego, destaca que de cara a la formación de un próximo Gobierno de coalición progresista ahora es el momento de establecer “las prioridades de carácter social y territorial que tenemos”, todas ellas con elementos “vertebrados en un eje social y de derechos” y construidos en torno a los cinco puntos aprobados ya por el máximo órgano de dirección de la formación. Después se verá “cómo se articula el equipo que va a defender esas propuestas políticas y esa línea programática”.

Rego destacó que “el derecho efectivo a la vivienda, un plan nacional de justicia climática, la creación de una empresa pública de energía, de un sistema estatal de cuidados y una nueva financiación local suficiente” son “fundamentales y deben formar parte del ADN del acuerdo de gobierno. No tenemos ninguna duda de que mayoritariamente será así”.

La dirigente federal y eurodiputada de IU hizo esta detallada exposición en su rueda de prensa temática de última hora de la mañana del lunes, en la que apuntó que ahora se abre una nueva etapa para pasar página tras la que tachó como “semana de investidura ‘fake’” de Alberto Núñez Feijóo.

Reprochó al todavía líder del PP que “nos ha hecho perder el tiempo” y haber demostrado que “ni siquiera tenía un proyecto para el país”, por lo que pasamos ahora a un nuevo tiempo donde “tenemos que trabajar con empuje y con ahínco para alcanzar un acuerdo para un Gobierno progresista”.

A partir de aquí, Sira Rego construyó su mensaje y destacó que desde Izquierda Unida “hacemos una aportación en torno a ejes programáticos, ejes políticos” muy claros, aprobados ya al máximo nivel de dirección para que “nos permitan avanzar y consolidar ese Gobierno”.

“Planteamos -enumeró con detalle- cinco grandes ejes programáticos: un plan de trabajo garantizado; el derecho efectivo a la vivienda, porque hay que acabar con la especulación; un plan nacional de justicia climática vertebrado, entre otros elementos, por una empresa pública de energía; un sistema estatal de cuidados, que debe ser efectivo y, por último, una financiación local suficiente, porque no podemos seguir soportando que los ayuntamientos sean los grandes olvidados de las cuestiones de Estado”.

Preguntada expresamente por los medios como en semanas anteriores sobre si cree que IU tiene que estar representada en un nuevo Ejecutivo de coalición, Rego reiteró que “Izquierda Unida deberá estar en el próximo Gobierno progresista de nuestro país, sin duda alguna”, aunque de nuevo no entró a especificar fórmulas para ello.

“Creemos que no es el momento de hablar de los nombres -especificó con claridad-; es el momento de hablar de cuál es el eje político que va a vertebrar ese acuerdo de gobierno, esto es lo sustancial y lo primero”.

Insistió en que para Izquierda Unida “hay elementos en los que aún hay que avanzar, no tenemos ya más tiempo”, todos ellos vertebrados en un eje social y de derechos”, recordando los cinco puntos detallados con anterioridad, que “son fundamentales y que deben formar parte del ADN del acuerdo de gobierno”.

Indicó que “nos sentimos bastante reconocidas en lo que se va avanzando” hasta ahora en las negociaciones abiertas con el PSOE desde el espacio de Sumar “del que formamos parte”, en un trabajo que “se está haciendo de manera coordinada y colectiva”.

Sira Rego comentó que “yo no hablaría de bloqueo” en las negociaciones, porque “estamos precisamente comenzando en el proceso de coordinación, de diálogo y de entendimiento con el PSOE”. Se está trabajando “en torno a la cuestión de carácter más programático y político”, y lo que ocurre “forma parte del proceso de negociación”, incluido “ir situándose y que en algunos puntos haya discrepancias”.

Es decir, que todo ello “forma parte de un estado natural de las cosas cuando se da un proceso de negociación entre fuerzas políticas diferentes”.

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