El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y diputado del Grupo Plurinacional de Sumar, Enrique Santiago, ha valorado hoy como una “muestra de incoherencia” las maniobras ejecutadas por el Partido Popular para evidenciar el rechazo de la derecha al uso desde ayer en el Congreso de las lenguas cooficiales que se utilizan en el Estado. A preguntas de los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja sobre si le ‘sorprendió’ que el portavoz del PP en este debate, Borja Sémper, usara el euskera desde la tribuna, aseguró que “no”, y lo argumentó en que “eso demuestra lo que conocen la inmensa mayoría de los españoles, que en nuestro país está normalizada la utilización de las distintas lenguas en los distintos territorios”.
Eso sí, Santiago dejó claro que “sí me pareció una muestra de incoherencia el argumentario del Partido Popular, pero no porque usara el euskera, sino porque no es muy sensato que al iniciar la sesión pidieran algo así como impugnar el uso de distintas lenguas en esa sesión y, a continuación, actúan de la misma forma que para ellos es indebida”.
En relación con la postura adoptada por la Comisión Europea de retrasar su decisión sobre la petición del Gobierno de coalición en funciones para que estas lenguas puedan usarse en las instituciones de la Unión Europea (UE), el diputado de Izquierda Unida indicó que las autoridades españolas están “liderando algo que debe tener absoluta normalidad como es que en Europa se utilicen las distintas lenguas oficiales o cooficiales de los Estados, como ya se hace en el caso de Irlanda”.
Apuntó que el Ejecutivo español ha mostrado con claridad “su compromiso de explicar debidamente esta importancia e, incluso, hacerse cargo de las cuestiones más materiales para ponerlo en marcha”, por lo que espera que lo que decida finalmente la UE no afecte a la negociación para buscar apoyos para la reedición de un nuevo gobierno de coalición progresista.
“Este es un proceso lógico -dijo-, que debe tener un tiempo de preparación y de estudio, y nosotros confiamos que acabará solventándose de la forma más constructiva y útil para todo el mundo”. En su opinión, lo “importante” es “la actitud y el compromiso del Gobierno de España, que no ordena a la Unión Europea y a los organismos europeos cómo deben actuar”.