La compra de un 9,9% de Telefónica por parte de la empresa saudí de telecomunicaciones STC Group, de capital mayoritariamente estatal, ha llegado al Parlamento Europeo de la mano del eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda. El parlamentario andaluz ha registrado hoy una iniciativa en la que reclama a la Comisión Europea que active mecanismos para frenar una operación “que pone en riesgo la independencia de una empresa estratégica para España y para Europa”.
Pineda asegura que “Telefónica es estratégica porque ofrece un servicio fundamental y administra millones de datos sensibles de instituciones públicas, privadas y de ciudadanos particulares”, por lo que “no podemos permitir que una empresa extranjera sea accionista mayoritaria y más si se trata de un país que no respeta los Derechos Humanos”, como es el caso de Arabia Saudí.
El eurodiputado de IU recuerda que la Comisión Europea creó un mecanismo de control de Inversiones Directas Extranjeras (FDI) para frenar la creciente presencia de capital extranjero en empresas estratégicas europeas. Un mecanismo que corresponde activar al Gobierno español, pero que Bruselas supervisa y “debe apoyar”.
Manu Pineda lamenta, no obstante, que esta fórmula sólo se ha activado en un 1% de las ocasiones, lo que “deja en evidencia la falta de mecanismos para proteger nuestros activos estratégicos”. De ahí que opine que “queda claro que la única manera eficaz de proteger nuestros intereses cuando el Estado tiene un control directo”.
En su iniciativa, plantea también a la Comisión Europea si considera la compra por parte de STC Group “supone una amenaza a la seguridad”, al tratarse de una empresa controlada por un tercer Estado y que pertenece al sector estratégico de tecnologías e infraestructuras críticas.
Pineda asegura que la grave situación que genera esta operación pone sobre la mesa la necesidad de garantizar la soberanía de los sectores estratégicos en un escenario de creciente tensión geopolítica. “Desde Izquierda Unida -recuerda- siempre hemos rechazado la privatización de empresas estratégicas como Iberdrola y Telefónica. Ambas compañías ofrecen servicios fundamentales y administran los datos de millones de usuarios”.
Por eso, “no podemos permitir que estén controladas por capital privado y por terceros países. Es necesario que el Estado recupere su control público y mayoritario”, destaca el eurodiputado de IU.