La historia no estaba escrita. Lo dijimos durante la última semana de campaña y la ciudadanía progresista de nuestro país lo demostró ayer. A pesar del consenso demoscópico y de la actitud chulesca de las derechas, PP y Vox no gobernarán España gracias a la movilización de las izquierdas. El agradecimiento de Izquierda Unida a todas las personas que no se rindieron ante el pronóstico de una victoria de la derecha y la ultraderecha y, particularmente, a quienes confiaron en Sumar: dijimos que sería el voto decisivo tanto para frenar a la amenaza reaccionaria como para conformar un Gobierno de coalición progresista y así ha sido. Y así será.
Los más de tres millones de votos y los 31 diputados y diputadas de Sumar serán protagonistas de primer nivel en el nuevo capítulo que la ciudadanía progresista y sus expresiones políticas escribiremos colectivamente. En España sigue siendo determinante un espacio de izquierda transformadora que apueste por medidas ambiciosas de justicia social en clave feminista, ecologista y republicana. Con este objetivo desempeñarán su trabajo los 5 diputados y diputadas de Izquierda Unida que formarán parte del grupo parlamentario de Sumar.
Frente a los malos augurios que tuvimos que afrontar durante la última década, Izquierda Unida es una organización fundamental dentro del espacio conjunto, siendo la izquierda organizada, con implantación territorial e inserción social del mismo. Nuestro agradecimiento al conjunto de nuestra militancia que, una vez más, se echó una campaña difícil sobre sus espaldas, barrio a barrio y municipio a municipio; eso es tejer comunidad.
En estas elecciones generales no nos jugábamos solo un nuevo reparto de votos y escaños, lo que estaba en juego era la propia democracia, por eso la primera sensación de la ciudadanía demócrata fue de alivio. Conseguimos frenar a las derechas. Ahora la siguiente tarea es conformar un nuevo Gobierno de coalición progresista que acometa las reformas que nuestro país necesita y que quedaron pendientes en la anterior legislatura.
En esta campaña hemos visto que las derechas gozan de una posición privilegiada con los poderes económicos, mediáticos y judiciales que no se corresponde con la realidad de nuestro país. Una de las tareas principales será traducir la voluntad democrática y popular en una nueva correlación de fuerzas a todos los niveles y en todos los ámbitos.
Debemos estar alegres, aunque no satisfechos y satisfechas: hoy 24 de julio empezamos a traducir el mensaje que la ciudadanía ha lanzado contra las derechas en avances sociales para defender los derechos de la clase trabajadora, de las mujeres, del colectivo LGTBIQA+, del movimiento sindical y de todas las personas que anoche durmieron más tranquilas tras movilizarse por sus derechos y evitar así la amenaza reaccionaria. Nuestro trabajo es por ellas, nuestra alegría es por ellas.
No era un eslogan electoral: vencemos a las derechas con derechos. Por ello, seremos exigentes con el próximo Gobierno de coalición, que debe conformarse lo más pronto posible. Hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad civil para que empuje, con ambición y valentía, para construir un país más justo, más igualitario y más libre; con más derechos y más oportunidades, sabiendo que la reacción de las derechas será voraz tanto por su naturaleza antidemocrática como por las consecuencias morales de su derrota. Con tranquilidad, pero con determinación: ni un paso atrás.
¡3.014.006 gracias!
Comisión Colegiada de Izquierda Unida