Izquierda Unida, a través de su diputado José Luis Bueno, ha llevado al Congreso su “preocupación” por los problemas internos que está generando la “posible reforma del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) bajo un modelo de fundación pública en la que se insertarían las unidades artísticas del INAEM, y una reforma del organigrama del Ministerio de Cultura para crear una dirección general nueva para gestionar los temas de fomento”.
Bueno, tras mantener en las últimas semanas reuniones con personas que pueden verse afectadas por los cambios, portavoces sindicales y expertos en el tema para recibir información de primera mano, ha registrado una iniciativa en la Cámara Baja para que desde el Ministerio de Cultura y Deporte se responda por escrito con claridad “¿Qué intenciones tiene el Gobierno para reformar el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música?”, así como “¿Qué mecanismos de consulta y negociación previa están previstos de cara a consensuar esta reforma en base al acuerdo alcanzado entre el INAEM y la representación sindical?”
En esta misma línea, la Red de Activistas de la Cultura de Izquierda Unida comparte también esta preocupación por la posibilidad de que se trate de reconvertir al INAEM en una fundación, cuando las “las experiencias en este sentido han significado en otros casos la privatización paulatina del organismo”.
Estamos hablando del instituto encargado de gestionar la difusión de la música, el teatro y las artes escénicas producidas por el Estado. IU tiene constancia de que se ha trabajado en estudios e informes internos en la dirección citada, y recuerda perfectamente cómo actuaciones de este tipo “guardan similitudes” con intentos privatizadores llevados a cabo desde el Partido Popular en su etapa de gobierno.
Existe la experiencia del Teatro Real que, desde su conversión en fundación en 1996, “ha precarizado las condiciones de sus trabajadores y ha convertido actividades como la ópera, la zarzuela o el ballet en espectáculos elitistas, con precios inaccesibles para los bolsillos de la mayoría de la ciudadanía”, reprocha IU.
“Hay que tener en cuenta que con este modelo -añade Izquierda Unida-, la conjunción de los intereses de los miembros de los patronatos y de los patrocinadores impiden en muchos casos el control real sobre las fundaciones por parte de la Administración”.
Por su parte, José Luis Bueno muestra en su iniciativa parlamentaria su confianza en que los contactos y el acuerdo alcanzado entre la dirección general del INAEM y los representantes sindicales de la Administración General del Estado en el Ministerio de Cultura y Deporte establezca de manera clara y definitiva las bases para que cualquier reforma en el instituto “recoja su carácter de servicio público, respetando la condición de empleados públicos y el marco normativo de sus trabajadores”.
Para el diputado andaluz de IU y vocal de Unidas Podemos en la comisión del Congreso que corresponde a ese ministerio, noticias como las conocidas hasta el momento “causan preocupación al tratarse de un organismo público que presta un servicio fundamental en el panorama cultural y artístico nacional, y cuya gestión debería realizarse siempre como servicio público, sin que quepa plantearse otros modelos de gestión que, como el caso de una fundación, no garanticen estos criterios”.
Coincide plenamente la Red de Activistas de la Cultura de Izquierda Unida, que “tiene claro que la modernización del INAEM es urgente”, pero nunca aceptará que se “venda la privatización de lo público como el ‘Bálsamo de Fierabrás’ que todo lo cura”, por eso las reformas “no deben realizarse con prisas y vendiendo los activos culturales de todas y todos”.
IU recuerda que, según el diagnóstico del propio ministerio, “prácticamente todos los problemas de gestión de las entidades culturales, como el INAEM, provienen de una normativa económica que necesita adaptarse y de la escasa plantilla de personal administrativo, lo que redunda en retrasos en procedimientos como el abono de subvenciones o la organización de las giras”, entre otros.
Para esta red de activistas de Izquierda Unida “es necesario que Cultura, conjuntamente con los ministerios de Hacienda y de Función Pública, revise su política de recursos humanos y actúen con celeridad para modernizar los procedimientos de financiación y fiscalización de la Cultura Pública”.