El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha reclamado esta mañana “medidas más audaces” desde el Ejecutivo de coalición, para que sea un “Gobierno de esperanza para las familias trabajadoras”, frente a la derecha del Partido Popular de la que no puede esperarse nada positivo y que “como hizo durante la pandemia solo intenta aprovechar cualquier circunstancia para desgastar al Gobierno, llegar a él e imponer su cosmovisión”.
Garzón ha realizado este análisis al exponer su informe de coyuntura política por vía telemática al comienzo de la reunión de la Coordinadora Federal de IU -su máximo órgano ejecutivo de decisión y debate- que se está desarrollando durante este sábado.
El máximo responsable de IU hizo un amplio análisis del origen de la “crisis global” que soportan todos los países a raíz, primero, de las repercusiones económicas, sociales y sanitarias de la pandemia y ahora de las consecuencias de la guerra en Ucrania, y que “tiene sus efectos sobre la inflación, también en Europa, que va a ser muy perjudicial para las familias trabajadoras españolas”.
Analizó que desde el Gobierno del que forma parte como ministro de Consumo “hemos puestos muchos mecanismos para mitigar y contener este alza”, un “esfuerzo que está siendo útil para poner freno a la inflación”, porque “se ha logrado mantenerla en niveles altos, pero por debajo de la media europea en términos relativos”.
Apuntó que “aquí está el eje” de lo que pueda suceder en los próximos meses a nivel político, ya que “los gobiernos de izquierdas tienen que tener muy claro cuáles son sus objetivos y su fin, que es proteger a las familias trabajadoras. Hay que combatir la pérdida de poder adquisitivo de esas familias en momentos tan sensibles”.
“La apuesta -dijo- tiene que ser por medidas de izquierdas más audaces, que sirvan para proteger a las familias trabajadoras y que sean capaces de cambiar el clima político de desmoralización de la izquierda, es decir, que permitan también a la gente de izquierda defender a este Gobierno de coalición en una tesitura como la actual”.
Garzón advirtió que “lo que no podemos permitir es la desmoralización de la izquierda mientras la derecha va tomando posiciones porque se va encontrando una situación muy favorable. La derecha de este país nunca va a entender que hay un problema de Estado o de todos los países de la Unión Europea, y que convendría una acción ordenada, honesta, pensando en el bienestar general; todo lo contrario”.
Exhortó a las formaciones que conforman el Ejecutivo de coalición a “ser capaces de poner en marcha medidas audaces, que vayan a la raíz de los problemas, pero que también generen una narrativa y una explicación de por qué este Gobierno es necesario”.
“No son suficientes medidas en abstracto -detalló-, ni las que enumeradas una tras otra demuestran que hemos hecho las cosas mejor que el Partido Popular, es absolutamente necesario ir un paso más allá y que la población defienda a este Gobierno en cada barrio, en cada conversación y cada lugar donde se hable de política”.
Alberto Garzón entiende que “hay que tener una ambición mayor para que la crisis no la paguen los de siempre” y sí “aquellas grandes empresas que están haciendo su agosto con miles de millones de beneficios en el sector energético o aquellas grandes fortunas que en los años de los gobiernos de la derecha y de la crisis financiera internacional han ido acumulando una riqueza importante”.
Dio por sentado que “otra hoja de ruta que pasase por la moderación o por la copia de medidas tradicionales de la derecha es una estrategia que está condenada al fracaso. Cuando te mueves en los marcos de la derecha has perdido antes de comenzar a disputar cualquier elemento político”.
Insistió en la idea de que el Gobierno de coalición “es un Gobierno de esperanza para las familias trabajadoras, a pesar de su heterogeneidad. Es un bloque progresista complejo, formado por muchos partidos, pero es un dique de contención frente a unas políticas reaccionarias, conservadoras, ultraliberales y en contra de las familias trabajadoras”.
Avisó que este Ejecutivo “no se puede permitir el lujo de equivocarse en el tiempo que queda. Por eso debemos empujar, solicitar y hacer todo lo posible para que haya políticas más audaces de izquierdas para que la crisis no la paguen los de siempre y sea financiada de manera justa”.
Garzón dedicó una parte especial de su intervención a analizar otras consecuencias de la guerra más allá de las meramente económicas. “Estamos con una guerra en Ucrania como consecuencia de la invasión por Rusia, por lo tanto, en un contexto relativamente nuevo, con una guerra en nuestro entorno más inmediato”, apuntó.
“Y nos encontramos -destacó- con una vuelta del concepto de seguridad, que puede ser interpretado poniendo el acento en la parte militar, que es lo que hacen las derechas”, una visión que “entiende que la seguridad se preserva solo con más armas, más tanques, más policía, más ejércitos, más muros y más vallas, un concepto profundamente conservador y reaccionario”.
Por el contrario, indicó que el concepto de seguridad de la izquierda “es un concepto civil, que nos habla de que muchos de esos conflictos tienen su origen en la desigualdad, en la pobreza, en el hambre, en la miseria, en la lucha por los recursos o el cambio climático”, por eso “esto debe abordarse con otros instrumentos distintos que la mera concepción militar”.
El coordinador federal de Izquierda Unida señaló que “depende de dónde se ponga el acento estaremos apuntalando un marco u otro. Cuando la izquierda se suma al concepto que pone el acento en la parte militar creo que se está equivocando. Se equivoca no solo porque entra en el marco y en el terreno de juego que quiere el adversario, sino porque educa a su electorado en que ese concepto de seguridad militar es el de la izquierda, y no es verdad, lo es el concepto de seguridad civil, y pone el acento en el origen de las cosas y como abordarlas”.
“No se trata de maniqueísmos -dijo-, sino de poner acentos y de saber qué marco corresponde a cada política, y un gobierno y una política de izquierdas no pueden comprar el marco de la derecha porque en ese momento se condena a la derrota”.
Como la reunión de hoy de la Coordinadora Federal era la primera de este órgano tras las elecciones andaluzas del pasado 19J, Garzón inició su intervención con referencias a este asunto. Calificó de “malos” los resultados, pero no solo para el conjunto de la izquierda, sino en el sentido de que la mayoría absoluta de la derecha del Partido Popular significará la continuación de lo que ya era el Gobierno de la Junta en estos últimos cuatro años”.
Advirtió que al igual que ya ha ocurrido habrá más “recortes en los servicios públicos y una clara merma de los derechos sociales, económicos e incluso civiles de la gran mayoría social trabajadora”. Y esto se hará “en beneficio de una minoría que ha sido netamente beneficiada por una política de desregulación y liberalización de las derechas”, porque esta es “la hoja de ruta que siempre llevan a cabo con un tono u otro, más desenfadado o más áspero, pero con una expresión muy clara de clase”.
Alberto Garzón animó a “entender por qué han sucedido estos resultados y cómo ser útiles para cambiarlos. Vemos con preocupación un desplazamiento hacia lo conservador en la población y tenemos que jugar ahí un papel importante” para darle la vuelta.
Se mostró optimista de conseguirlo a nivel estatal, entre otras razones porque “desde el Gobierno de coalición hemos sido capaces de hacer las cosas de un modo distinto a como se hicieron en el pasado y como se hubieran hecho desde la derecha. Si antes hubo recortes en los salarios, reformas laborales, privatizaciones o bajadas de impuestos a los más ricos, nosotros hemos puesto en marcha mecanismo para proteger a la clase trabajadora a través de los ERTE’s, el SMI, la ampliación de derechos civiles o de protección en su conjunto de las familias trabajadoras en un contexto aún más difícil que en las crisis anteriores”.
Volvió a advertir, no obstante, que “estos son hechos conocidos por la población pero que, sin embargo, no son suficientes para darle la vuelta aún a una tendencia que, de momento, apunta a la posibilidad de que las derechas se sigan fortaleciendo”.