La diputada de Izquierda Unida y portavoz de Unidas Podemos en la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas, Roser Maestro, ha defendido hoy en el Pleno del Congreso la necesidad de abordar “una reforma fiscal que asegure una mayor progresividad y suficiencia en los ingreso públicos”, porque de otra manera “no se podrán resolver las deficiencias a las que nos enfrentamos”.
Maestro hizo esta valoración durante la explicación del voto favorable de su grupo al dictamen de la Comisión Mixta en relación con la declaración sobre la Cuenta General del Estado (CGE) del ejercicio 2019. Entre los puntos que destacó, incidió en que “España ha afrontado una crisis sin precedentes y las respuestas han sido muy diferentes a las soluciones neoliberales de las crisis pasadas”.
Recordó en que en todo este tiempo se han aprobado medidas “para paliar el impacto sobre nuestro tejido productivo y sobre el bienestar de las familias” -la más reciente el plan económico y social dotado con 16.000 millones de euros para hacer frente a los efectos de la guerra en Ucrania que aprobó el Consejo de Ministros el martes- y que han sido “diametralmente opuestas a las de otros gobiernos en otras situaciones”.
“En esta ocasión no ha habido recortes en partidas sensibles del gasto público corriente, ni tampoco de la inversión pública”, dijo, además de apuntar que el Gobierno de coalición “ha mantenido una estrategia presupuestaria moderadamente expansiva” respecto a la atribución que existe sobre los fondos europeos y el mantenimiento de la suspensión de las reglas fiscales restrictivas de la Unión Europea.
“En otras palabras -sentenció-, la política fiscal está intentado apoyar la recuperación económica con la ayuda de la financiación europea pero, ante todo, sin recortes ni devaluaciones internas”.
La diputada valenciana de Izquierda Unida realizó también una clara apuesta por el sistema público de pensiones y por “todas las medidas para seguir por el camino de reducir el déficit de la Seguridad Social”.
Maestro señaló que “no vamos a permitir que otros partidos que son los adalides de la privatización y de los recortes puedan meter la mano a esa necesaria prestación de la Seguridad Social y, en general, a toda la tesorería”. Por eso, “vamos a seguir por el camino marcado por el Pacto de Toledo y, por supuesto, apostaremos por una garantía del sistema público de pensiones suficiente, garantizado y bien financiado”.
La portavoz de Unidas Podemos en la Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuenta había mencionado con anterioridad que la mayor parte del déficit presupuestario de 2019 se atribuye a la Seguridad Social e indicó que “evidentemente, no hay ingresos suficientes para la Seguridad Social a la hora de financiar sus gastos corrientes, básicamente hablamos de pensiones y prestaciones sociales”.
De ahí que instara a toda la Cámara a “evitar esa ficción contable que tanto se utiliza de que el Estado haga préstamos al propio sistema, sobre todo sabiendo que no van a ser nunca devueltos. No podemos permitir que se consolide ese déficit estructural de la Seguridad Social, que no sanea su balance ni evita ese endeudamiento generalizado”.
Para Roser Maestro, “lo que debemos hacer de una manera nítida, clara y sin complejos es apostar para que las aportaciones a la Seguridad Social se hagan directamente mediante una partida de transferencias de los Presupuestos Generales del Estado”, porque “nosotras sí que nos creemos la suficiencia de la caja pública de las pensiones, de sus ingresos y, por supuesto, de todo el sistema público de la Seguridad Social”.
Sobre el dictamen de la Comisión Mixta en relación con la declaración de la Cuenta General del Estado de 2019 en concreto, aseguró que “con carácter general entendemos, como también lo ha entendido el propio tribunal, que la cuenta refleja fielmente tanto la situación patrimonial como la actividad económico-financiera del Estado” y que las deficiencias que se puedan encontrar “son más de carácter administrativo”.
Maestro consideró “vital” que se pongan en práctica de una vez “aquellas resoluciones aprobadas por las Cortes Generales y que, lamentablemente, todavía siguen pendientes” y lamentó que los plazos en la presentación de los informes por parte del Tribunal de Cuentas “siguen sin ser los ideales”, como ha reconocido la propia presidenta del Tribunal de Cuentas, ya que es “poco operativo que estemos debatiendo en marzo de 2002 la Cuenta General del Estado de 2019”. Recordó, no obstante, que en esta ocasión “hablamos de circunstancias excepcionales que no hemos visto en otros momentos”, en referencia a la pandemia que comenzó en marzo de 2020.
Del mismo modo, destacó la importancia que tiene la “operatividad” y, sobre todo, “la necesidad de que los informes del Tribunal de Cuentas sean muchos más operativos, y hablemos más de gestión y muchos menos de contabilidad o presupuestos. Necesitamos herramientas útiles para que desde el Parlamento seamos capaces de hacer evaluaciones reales de las políticas públicas y en ello vamos a insistir desde Unidas Podemos”