La Comisión Europea advierte de que nuestro país sigue incumpliendo la directiva sobre nitratos, en buena medida porque las macrogranjas, junto a otras actividades agrícolas y ganaderas, siguen contaminando importantes acuíferos, lo que se conoce técnicamente como eutrofización. De ahí que el alto organismo europeo advierta con rotundidad que ‘España debe adoptar más medidas contra la eutrofización para todo el país, puesto que las adoptadas hasta la fecha no han sido suficientes para alcanzar los objetivos de la Directiva’.
Así se recoge textualmente en una respuesta escrita que la Comisión Europea traslada directamente a Sira Rego. La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo preguntó a la Comisión hace exactamente dos meses -en plena la campaña de ataques y bulos del Partido Popular y la extrema derecha contra Alberto Garzón- por la verdadera posición de la Unión Europea (UE) frente al “impacto ecológico” de las macrogranjas y sobre “qué modelos de ganadería son los más apropiados para cumplir con los objetivos de sostenibilidad, calidad y bienestar animal”, en línea con lo que había expresado el ministro de Consumo.
Entre las medidas concretas que la Comisión Europea detalla ahora a la eurodiputada y portavoz de IU en Bruselas que debe acometer España con urgencia están ‘revisar y designar zonas vulnerables a los nitratos en siete regiones, incluir todos los elementos obligatorios necesarios en los programas de acción para cinco regiones y adoptar medidas adicionales para las cuatro regiones en las que las medidas establecidas han resultado insuficientes para alcanzar los objetivos de la Directiva”.
El texto de la respuesta recuerda también con meridiana claridad que ‘la Comisión envió una carta de emplazamiento y un dictamen motivado en el que destacaba el incumplimiento por parte de España de la Directiva sobre nitratos. En 2021, la Comisión anunció su decisión de llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por no haber tomado medidas suficientes’.
Rego señalaba en su iniciativa parlamentaria, al hilo de lo defendido siempre en sus declaraciones como ministro por Garzón y por Izquierda Unida, que “las instalaciones ganaderas conocidas como ‘macrogranjas’ establecen un modelo de ganadería intensiva que, como afirman múltiples informes, tienen un alto impacto ecológico allí donde se instalan, contaminan los acuíferos y dificultan su habitabilidad, contribuyendo a la despoblación de regiones ya de por sí afectadas por esto”.
En esta misma línea, la Comisión Europea especifica en su respuesta que ‘en su Estrategia ‘De la Granja a la Mesa’, la Comisión anunció su apoyo a la transición hacia una ganadería sostenible, comprometiéndose a revisar la legislación en materia de bienestar animal antes de finales de 2023’.
El órgano de gobierno europeo expone también que ‘está examinando la legislación sobre aditivos para piensos para reducir las emisiones de metano. Las explotaciones ganaderas industriales también están contempladas en la Directiva sobre las emisiones industriales, así como en las conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles que establecen niveles de emisiones para el amoniaco’.
‘Se ha previsto -especifica por su importancia dada la inmediatez- una revisión en abril de 2022 que incluirá opciones para reducir la contaminación, también en relación con la cría de ganado vacuno, porcino y de aves de corral’.
La Comisión Europea completa su respuesta a Sira Rego comentando que ‘los proyectos de ganadería intensiva entran en el ámbito de aplicación de la Directiva sobre la evaluación de impacto ambiental, que requiere una evaluación de las repercusiones en el medio ambiente de los proyectos importantes’.