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Izquierda Unida demanda al Gobierno que lidere una respuesta diplomática a las tensiones entre EE.UU, la OTAN y Rusia, y se aleje de cualquier tipo de escalada militar

España y la Unión Europea deben apostar por una autonomía estratégica no dependiente y subordinada a EE.UU, que defienda sus propios intereses y, desde luego, contribuir a un conflicto vinculado a una estructura como la OTAN va en contra de esa dirección

Tras el anuncio realizado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, del próximo despliegue de una fragata y de varios cazas de las Fuerzas Armadas españolas en territorios próximos a las fronteras con Rusia, que se sumarían a otros operativos ya  existentes, Izquierda Unida manifiesta su profundo rechazo a la participación de España en esta escalada de militar que solo beneficia intereses estratégicos de EE.UU.

Desde hace demasiado tiempo la Unión Europea (UE) carece de una estrategia autónoma de seguridad y, mucho menos, que responda a los intereses de los pueblos que forman parte de la misma. Siempre hemos apostado por la cooperación y la complementariedad con tos los Estados vecinos de la UE, entre ellos Rusia.

Frente a los llamamientos y planes de la OTAN para extenderse sin límite hasta territorios próximos a las fronteras rusas, pasando por encima de los acuerdos firmados por la Alianza y la URSS en los años 90,  Izquierda Unida apuesta por la desescalada, por el freno a las ansias expansionistas de la OTAN, así como por que se impulse un diálogo sincero y beneficioso para la seguridad colectiva. La ampliación de espacios que plantea la OTAN supone alterar el statu quo y es una provocación que amenaza la paz, desestabiliza la zona y pone en riesgo la seguridad energética del continente.

España y la Unión Europea deben apostar por una autonomía estratégica no dependiente y subordinada a EE.UU, que defienda sus propios intereses y, desde luego, contribuir a un conflicto vinculado a una estructura como la OTAN va en contra de esa dirección.

Los pueblos de Europa y los países miembros de la UE deben velar por los intereses de su ciudadanía y garantizar que, más allá de las discrepancias en cuanto al modelo político, las relaciones con los países vecinos se desarrollen en paz y sin ningún tipo de injerencias externas.

Izquierda Unida mantiene su firme defensa de las ideas con las que nació hace casi cuatro décadas y hace un llamamiento para la disolución de la OTAN y la construcción de organizaciones que realmente impulsen la cooperación entre los pueblos.

¡NO A LA GUERRA!

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