El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha señalado hoy que es “el momento de poner con más fuerza la agenda social encima de la mesa” y de “desplegar una estrategia política regulatoria para subir los salarios”. En opinión del también ministro de Consumo “pasamos a una fase nueva en la que afortunadamente ya vemos el horizonte final de la pandemia que ha estado condicionando en este tiempo toda la política pública”.
Garzón ha ofrecido a última hora de la mañana una rueda de prensa junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo, después de que ambos encabezaran sendas delegaciones de las respectivas direcciones de IU y del sindicato que han mantenido un encuentro en la sede confederal de este último en Madrid. Durante ésta, quiso trasladar un sentido “mensaje de pésame y de condolencias” a los familiares y amigos del trabajador de la limpieza fallecido esta mañana en Rivas Vaciamadrid en un trágico accidente laboral mientras recogía los residuos en una isla de contenedores.
Lamentó que este accidente “se suma desgraciadamente a una lista demasiado grande de personas trabajadoras que pierden la vida y que nos vuelven a recordar lo importante que es proteger las condiciones laborales de todas las personas trabajadoras”.
Sobre lo tratado en la reunión con CCOO de cara al momento político y económico actual, el máximo responsable de Izquierda Unida indicó que ahora se trata de llevar a la práctica “reformas de diferentes dimensiones”, tanto “estructurales, de modernización del tejido productivo” como “reformas laborales y de políticas concretas, como la de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”
“Hasta ahora -ha asegurado- este Gobierno hemos tenido que hacer frente a la pandemia y a los efectos económicos y sociales que provocaba esta crisis sanitaria que, desgraciadamente, se ha llevado a decenas de miles de compatriotas”.
Recordó que el Ejecutivo desplegó “un escudo social y unas políticas para defender los salarios y el tejido social y productivo, para tener instrumentos con los que sobrellevar la pandemia y poder recuperar la economía a un ritmo más acelerado”.
Alberto Garzón explicó que todo ello se hizo muy conscientemente, después de que “durante los diez últimos años la clase y las familias trabajadoras sufriéramos por lo general un importantísimo retroceso en los derechos laborales, un ataque sistemático a las organizaciones de trabajadores, naturalmente a los sindicatos, y por lo tanto, un empeoramiento de las condiciones de vida”.
“Esto es lo que tiene que ser corregido por parte de este Gobierno progresista”, destacó “y es en lo que estamos inmersos”. De ahí que ahora, con la pandemia por el Covid-19 más controlada, “tenemos la oportunidad de retomar con más fuerza esa agenda social y poner en marcha políticas que mejoren la vida de las familias trabajadoras, que permitan subidas salariales y vivir a la gente con más dignidad y más capacidad para su proyecto de vida”.
Explicó que, entre otras, estas eran las “reflexiones que hemos compartido con el sindicato desde Izquierda Unida” y apuntó los “muchos elementos en común en los que tenemos que seguir trabajando en lo venidero” con CCOO.
“Compartimos no solo una cultura política, sino también unas gafas con las que vemos la realidad, las preocupaciones y gran parte de las soluciones en el ámbito de la política”, indicó.
Preguntado si cree que el líder de ERC, Oriol Junqueras, debe participar en una posible mesa de diálogo sobre Cataluña, dijo que no es competencia suya “entrar en los pormenores de quien debe integrar una mesa”. No obstante, comentó que Junqueras es un “activo público de enorme importancia en Cataluña y su voz debe ser tenida muy en cuenta como representante público y político que es”, y debe poder ser escuchado “por los actores que creemos que el diálogo es la vía de solución de los problemas políticos”.
Sobre las continuas presiones que el partido de extrema derecha Vox ejerce sobre Pablo Casado, las últimas para que presente una moción de censura contra el actual Gobierno de coalición, Alberto Garzón respondió que “hace bastante tiempo que el PP se está dejando arrastrar por la estrategia política de la ultraderecha. No me parecería raro que esto fuera una demostración de esta nueva dinámica”.
“Sin embargo -dejó claro-, desde el Gobierno no estamos en absoluto preocupados por la estrategia de las derechas, que saben perfectamente que no cuentan con el apoyo mayoritario del Parlamento”.
En esta misma línea, denunció que tanto PP como Vox “están pensando en otros términos que no son los del bienestar de la población, que sí es en lo que pensamos desde el Gobierno”, es decir, “en ser capaces de mejorar las condiciones de vida de las familias trabajadoras de nuestro país”.