La portavoz de la dirección federal de Izquierda Unida, Sira Rego, muestra el “firme rechazo” de esta formación a que España acoja la Cumbre de la OTAN de 2022, anunciada ayer de forma oficial por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, al término del encuentro internacional que tuvo lugar en Bruselas.
Para Rego, la Alianza Atlántica es claramente un “instrumento de guerra” y apunta que “existen prioridades inaplazables más relevantes que ejercer de país anfitrión de un cónclave de esta naturaleza”.
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“Esto es así -explica-, mucho más cuando 2022 debería ser el año en que se pase página a la grave crisis sanitaria y social provocada por la pandemia, y en el que se consolide la recuperación económica ya iniciada a partir de la batería de medidas que el Gobierno de coalición ha desplegado en los últimos meses, en especial el ‘escudo social’ impulsado muy especialmente desde la vertiente de Unidas Podemos”.
Para la portavoz federal de Izquierda Unida, “nuestro país debe cumplir con sus compromisos internacionales, pero creemos que hay un tiempo para cada cosa y ni ahora ni el año próximo la primacía de los intereses diplomáticos de nuestro país es coincidente con la de los Estados que sí ostentan de verdad el control práctico de la OTAN”.
Señala que “cuando se van a cumplir 40 años del ingreso en la OTAN, tras un referéndum que dejó las cosas claras sobre el papel que cada fuerza política quería tener en la construcción de este país, y mientras se mantiene el uso de bases como las de Rota y Morón por parte de ejércitos ajenos, el balance apunta a que todo ello difícilmente ha contribuido a lograr un mundo más justo, más seguro y menos militarizado, tres de los objetivos que llevan ‘vendiéndonos’ sus promotores a lo largo de estas misma cuatro décadas”.
Sira Rego recuerda “la frustración nunca reconocida por el Partido Popular tras más de un lustro de sucesivos fracasos de los gobiernos de Mariano Rajoy en su afán por organizar esta cumbre militarista” y valora que “por nuestra parte, entonces y ahora, seguimos opinando lo mismo: la mejor proyección internacional para España es situarse en el pelotón de cabeza en el impulso de la cooperación por la paz y el desarrollo económico. Tener claras las prioridades es algo que a todas nos demanda a diario la ciudadanía”.
Por todo ello, la portavoz de la dirección federal de Izquierda Unida señala que “nuestra organización seguirá donde siempre lo ha hecho, al lado de las movilizaciones pacíficas y reivindicativas que a buen seguro demandará la sociedad civil sobre esta cuestión en los próximos meses. Continuaremos nuestro camino y dando todos los pasos que sean necesarios, pero preferimos hacerlo en la calle y no en pasillos bien preparados de antemano, y mucho mejor si es junto a las mismas asociaciones, plataformas, marchas y grupos con los que llevamos miles de kilómetros compartidos en los últimos 40 años”.