Izquierda Unida, a través de su Red Feminista, revindica el “derecho de las mujeres a gozar de una salud integral a lo largo de todo su ciclo vital”, y advierte sobre “cómo las diferencias de género y de clase influyen directamente en nuestra salud”, por lo que exige “medidas efectivas” para corregir esta situación.
En el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres que se celebra hoy, 28 de mayo, IU llama la atención sobre el hecho de que su salud no solo se ve afectada negativamente por factores como la “sobrecarga de cuidados o las dobles y triples jornadas” de trabajo, hasta impedir que puedan “desarrollar su proyecto vital plenamente” y provocar patologías concretas como “estrés crónico e incremento de problemas músculo-esqueléticos”, entre muchas otras.
Advierte muy especialmente de que “la medicina utiliza como modelo el cuerpo masculino” y ocurre así “sin tener en cuenta las diferencias de sexo (biológicas) y, aún más, de género (sociales)”. La consecuencia de ello es que se sigue sin “visibilizar las diferencias” en casos concretos, como los infartos, se “ignora la biología femenina” y todo se agrava “cuando no se tiene en cuenta la situación de las mujeres en las causas de la enfermedad”, sobre todo, “cuando los protocolos sanitarios invisibilizan enfermedades de las mujeres, psicologizando las patologías físicas y, al mismo tiempo, sobredimensiona, medicaliza la desigualdad y el estrés social crónico que afecta a las mujeres y a sus condiciones concretas de vida, proliferando la prescripción de psicofármacos”.
La Red Feminista de IU pone como ejemplo de ello lo que ocurre a las mujeres que cuidan a personas dependientes, para quienes la “prescripción de fármacos para la depresión, la ansiedad y el insomnio es hasta tres veces mayor que en el resto de la población”. Por eso, reclaman que se desarrollen “recursos de respiro para incidir y mejorar la salud, como una estrategia fundamental en la atención comunitaria y actuar sobre las causas y no solo sobre los síntomas”.
Izquierda Unida exige también que “se impulse la investigación de enfermedades invisibilizadas que afectan a las mujeres, tales como la fibromialgia, así como la necesidad de garantizar la aplicación de protocolos sanitarios dirigidos a mejorar la calidad de vida de las pacientes desde una perspectiva multidisciplinar e impulsar campañas de concienciación sobre las características de la enfermedad y la necesidad de comprensión social hacia quienes la padecen”.
El caso de la fibromialgia es un “ejemplo paradigmático” que ilustra a la perfección esta reclamación frente a los sesgos de género. Afecta al 2,4% de la población -estudios europeos recientes indican que el porcentaje podría llegar incluso al 3-4%-, mientras son las mujeres quienes representan el 85% de las personas “que sufren esta enfermedad poco reconocida, de difícil diagnóstico y sin cura, que requiere de más investigación por su carácter invalidante”.
La Red Feminista de IU apunta que a pesar de que las leyes de Igualdad, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, o la de Investigación obligan por norma a investigar en ambos sexos “los problemas aún se mantienen y provocan retrasos o errores diagnósticos”. Esto se traslada también al “proceso de enseñanza-aprendizaje durante la formación universitaria y debe revertirse, o a los servicios de prevención de riesgos laborales, donde la mayoría de los parámetros de tóxicos no están divididos por sexo, provocando que haya mayor afección en las mujeres”.
De la misma forma, consideran que “para que se contemple nuestra salud desde un enfoque integral se debe incorporar la dimensión bio-psico-social no solo desde una perspectiva medicalizada”. Se debe disponer de la “información necesaria para tomar decisiones sobre nuestros cuerpos”, “impulsar la investigación médica desde un enfoque no androcéntrico” y “actuar de forma decidida contra las situaciones de riesgo psicosocial para prevenir el desarrollo de enfermedades, actuando en sus causas”.
Izquierda Unida denuncia el “incumplimiento de la Ley del Aborto de 2010, que reconoce ‘a todas las mujeres por igual el acceso a la prestación, con independencia del lugar donde residan’, debido a una “discriminación geográfica” que “se da de diferentes formas y a la que la opacidad institucional dificulta poner cifras exactas”.
La realidad es que miles de mujeres que deciden interrumpir voluntariamente su embarazo “son obligadas cada año a desplazarse a otra provincia e, incluso, a cambiar de comunidad autónoma debido a que los servicios de salud no llevan a cabo esta práctica sanitaria en los lugares donde viven”, advierte IU.
“Necesitamos -detalla- que se revisen los procedimientos relacionados con la salud sexual y reproductiva para corregir la violencia obstétrica, atender eficazmente la endometriosis, histerectomías totales y garantizar el acceso a una salud integral en este ámbito y dentro de los servicios públicos de salud que incluya la rehabilitación del suelo pélvico”.
Por todo ello, la Red Feminista de IU exige que “se incorpore la perspectiva de género en la salud y en el sistema sanitario”, donde debe haber un “diagnóstico que identifique los sesgos de género existentes, las desigualdades presentes y las medidas encaminadas a revertirlos”. Para esta formación la “salud de las mujeres sigue siendo una asignatura pendiente y un paso imprescindible para transformar la sociedad y construir igualdad”.