El Grupo Confederal Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común ha impulsado y registrado hoy una iniciativa parlamentaria sobre la “emergencia humanitaria en Gaza y la escalada de violencia en Cisjordania y Jerusalén”. Ésta, entre otras cuestiones, plantea al Congreso exigir “responsabilidades ante los ataques indiscriminados a la población civil que vulneran el derecho internacional humanitario” e insta a la comunidad internacional a “trabajar y adoptar medidas para alcanzar una solución justa y sostenible que ponga fin a la ocupación y bloqueo israelí de los territorios palestinos, así como las violaciones de derechos humanos y políticas discriminatorias hacia la población palestina”.
Además de Unidas Podemos, firman también la proposición no de ley representantes de Nueva Canarias, Compromís, BNG, Más País, CUP, Junts per Catalunya, ERC y EH Bildu, la cual “celebra el alto el fuego entre el Gobierno de Israel y Hamás” y “demanda el mantenimiento del mismo”, tras 11 días de destrucción, al tiempo que hace un “llamamiento al diálogo” entre todas las partes implicadas.
La iniciativa recuerda, además, la Resolución 3236 de la Asamblea General de Naciones Unidas que, desde 1974, estableció ‘el derecho inalienable de los palestinos a regresar a sus hogares y recuperar sus bienes donde quiera que se encuentren desplazados y desarraigados’, tras una ocupación y pérdida de sus tierras y hogares que se inició ya en 1948 y que no ha hecho más que agravarse hasta hoy.
De hecho, la iniciativa parlamentaria señala cómo los bombardeos de los últimos días han provocado que cerca de 60.000 personas hayan tenido que huir de sus hogares y buscar protección, entre otros lugares, en las escuelas de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo).
El texto que respalda Unidas Podemos junto a otras formaciones parlamentarias muestra también su firme rechazo a “los desahucios de familias palestinas por parte de Israel en Sheij Jarrah” y “la profanación de lugares sagrados, como el complejo de Al Aqsa en Jerusalén”, acciones que estuvieron entre los detonantes y en la escalada de la violencia de los últimos días.
Se aboga también por una solución que pase por el reconocimiento de “dos Estados” para “alcanzar la paz y seguridad entre Israel y Palestina”, así como por el respeto “de los derechos humanos y el derecho internacional”.
“El diálogo pacífico entre ambas partes -añade- en el marco de la legalidad internacional es la única solución posible, y la que protege la vida de palestinos e israelíes”, ya que ambas comunidades “tienen el derecho de vivir en paz y seguridad, libertad y democracia”.