En las últimas semanas Israel ha intensificado la ofensiva militar contra Palestina en un intento por acelerar la colonización del territorio a través de la masacre y del exterminio del pueblo palestino. Por ahora, estas nuevas ofensivas se han cobrado la vida de 120 personas (30 de ellas, niños). Sin embargo, ni la comunidad internacional (salvo honrosas excepciones) ni la ONU, condicionada por las decisiones políticas del imperialismo, están haciendo nada para contribuir al cese de la violencia.
La Unión Europea, que tanto se jacta de su aprecio por los Derechos Humanos, mantiene un pétreo silencio, y se mantiene en la falacia de la ‘solución de dos Estados’, una vía que pone al mismo nivel a víctima y verdugo, es decir, al cuarto mayor Ejército del mundo con capacidad nuclear contra población civil desarmada. Esta ‘solución de dos Estados’, tras tres décadas de falso desarrollo y sabotaje explícito israelí, demuestra su fracaso. Su silencio les hace cómplices de la operación de exterminio que llevan a cabo las fuerzas de ocupación israelíes.
Estos crímenes de guerra se llevan produciendo de manera sistemática desde hace ya 73
años, desde que en el 1948 el incipiente Estado sionista ejecutara la limpieza étnica de Palestina, la Nakba, que se saldó con el asesinato de 12.000 personas, la destrucción de más de 550 poblaciones indígenas, la expulsión forzosa de 750.000 personas y la creación de 6 millones de refugiados.
Sin embargo, el apoyo de la sociedad civil, organizaciones políticas y ONG’s en solidaridad con la causa palestina y condenando el apartheid israelí es cada vez mayor y ha puesto en alerta al Gobierno sionista de Israel. Para el proyecto sionista, el objetivo es la desaparición del pueblo palestino y así completar el proceso de colonialismo de asentamiento iniciado a principios del siglo pasado. Tras el fracaso de su cuarto intento de acordar un gobierno de coalición, Netanyahu se enfrenta a unas quintas elecciones. Su partido está usando la limpieza étnica, el apartheid y la violencia como instrumento para hacer campaña electoral.
Las juventudes de los partidos progresistas y de izquierdas de los países que conforman la Unión Europea debemos presionar a nuestras organizaciones y a las instituciones en las que participan para que condenen las violaciones de Derechos Humanos del Ejército israelí, exigiendo sanciones y medidas coercitivas para encarrilar al Estado forajido de Israel al marco del Derecho Internacional. Los países firmantes de las Convenciones de Ginebra de 1949, entre los que se encuentran los de la Unión Europea e Israel, han contraído la obligación legal de respetar y hacer respetar la ley bajo cualquier circunstancia e investigar y procesar a los sospechosos de infringir gravemente las Convenciones y, en ningún caso, permitir esos crímenes con un silencio cómplice.
Esta semana y las sucesivas se sucederán manifestaciones y concentraciones por todo el mundo para solidarizarse contra este proceso de limpieza étnica y castigo colectivo. En España, diferentes colectivos de solidaridad con Palestina informan de estas concentraciones en sus perfiles oficiales. Por nuestra parte, reiteramos nuestra solidaridad con la causa palestina y con su legítimo derecho a la autodefensa ante las agresiones coloniales, amparado bajo el Derecho Internacional.
Animamos a las diferentes formaciones políticas, sociales y sindicales a que participen en estas concentraciones. ¡Palestina vencerá!