La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Sira Rego, y el eurodiputado Manu Pineda han solicitado al Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea (SEAE) que acceda a la cárcel Tiflet2 y compruebe el estado de salud del preso político saharaui Mohamed Lamin, que lleva detenido desde 2010, cuando Marruecos arrasó el campamento de la libertad de Gdeim Izik.
Mohamed Lamin comenzó una huelga de hambre el pasado 13 de enero para reclamar un trato humano a sus carceleros. Cosas básicas como una comida caliente, mantas y atención médica, después de que en diciembre las autoridades penitenciarias entraran en su celda y le confiscaran y destruyeran todas sus pertenencias. El activista saharaui lleva tres años aislado del resto de presos. Junto con él, otros componentes del grupo de Gdeim Izik encarcelados hicieron también una huelga de hambre de 48 horas en solidaridad.
La abogada de Mohamed Lamin, Olfa Ouled, ha denunciado en reiteradas ocasiones los abusos y maltratos que todos los presos del grupo de Gdeim Izik están sufriendo por parte de las autoridades marroquíes dentro de la cárcel. “Nos preocupa especialmente esta doble venganza por parte del Gobierno de Marruecos hacia el grupo de presos políticos de Gdeim Izik. No sólo fueron víctimas de torturas y de un juicio sin garantías, sino que incluso ahora, con el caso cerrado, se les sigue castigando”, señala Pineda.
Ambos eurodiputados han presentado una pregunta parlamentaria al Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, solicitando la mediación del SEAE y pidiendo que implemente las garantías necesarias para asegurar un trato justo a los presos políticos saharauis.
En concreto, recuerdan a Borrell que en su Plan de Acción para los Derechos Humanos y la Democracia 2020-2024, se sostiene que “la UE promoverá la mejora de las condiciones de internamiento y el trato a las personas privadas de libertad, conforme a las normas internacionales”. Por ello, solicitan al Alto Representante que enumere las mejoras que piensa impulsar la UE con Marruecos, “en tanto que socio preferente”, para el respeto a la dignidad de estos presos.
“Queremos saber la opinión del señor Borrell sobre este tema y que la UE le dé el seguimiento requerido en situaciones de huelga de hambre”, explica Pineda, antes de recordar que “el caso de los presos políticos saharauis es un caso de manual, donde su dignidad no se respeta en las cárceles marroquíes como denuncian múltiples abogados y organizaciones”.
“El pueblo saharaui -continúa- está pasando por un momento muy delicado tras la ruptura del alto el fuego en noviembre del año pasado. Las violaciones de derechos humanos han aumentado en los territorios ocupados, y Marruecos está llevando a cabo un castigo colectivo sobre la población civil, cebándose especialmente con los presos”. Algo que, “como comunidad internacional no podemos permitir”, sentencia.