El diputado y portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso, Enrique Santiago, ha asegurado en el Pleno del Congreso en relación a la grave crisis del Covid-19 que a día de hoy “toca salvar las vidas de nuestros compatriotas y fortalecer el sector público para que esta amenaza nunca más vuelva a ocurrir”. Ha insistido en ello mucho más “frente a quienes intentan sacar rédito público de una pandemia”, ya que “el patriotismo es ponerse al servicio del Gobierno de nuestro país y no ser insensible a las mayorías sociales, como hoy hemos oído aquí”.
Santiago hizo este análisis durante su intervención, compartiendo el tiempo del grupo de Unidas Podemos, en la comparecencia del presidente del Gobierno en la Cámara Baja para explicar las sucesivas medidas tomadas por el Consejo de Ministros para combatir la pandemia provocada por el coronavirus.
El parlamentario de IU dedicó sus primeras palabras a agradecer sinceramente “a todos los trabajadores y trabajadoras que acuden a su puesto de trabajo para que España funcione, dando muestra de responsabilidad y compromiso: a todo el personal sanitario, y también a los del sector de la alimentación, la limpieza, los transportes, energía, seguridad pública y tantos otros”.
“Muchas gracias -dijo-, estamos muy orgullosos y agradecidos por vuestra entrega, muchas veces en condiciones laborales pésimas”.
El también secretario general del PCE se dirigió a su vez “a los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que están perdiendo su trabajo o viéndolo amenazado. Nuestro compromiso es que a la mayor brevedad se recuperen todos los puestos de trabajo perdidos y, mientras, todos los trabajadores de este país tengan garantizados unos ingresos dignos”, tal y como recogen las medidas económicas aprobadas ayer por el Gobierno.
Enrique Santiago considera que esta pandemia global “es la mayor amenaza a la seguridad humana de nuestro pueblo desde el inicio de la democracia; pero afortunadamente hoy hay un Gobierno progresista en España que no va permitir que nadie se quede atrás, ni que las consecuencias de esta crisis las paguen los de siempre”.
Tiró de cierta ironía política para asegurar sin rodeos que “nos alegramos de que hoy se sumen a los aplausos a los trabajadores de la Sanidad Pública los mismos que ayer la desmantelaban, precarizando las condiciones laborales del sector y beneficiando a una sanidad privada que estos días se ha demostrado inoperante”.
El portavoz adjunto del grupo de Unidas Podemos recordó que los recortes que impuso principalmente el PP durante años “han supuesto que el gasto en sanidad se redujera medio punto del PIB en los últimos 10 años (del 6,78% al 6,23%)”
“Se ha deteriorado la Sanidad Pública -detalló- para hacer crecer el sector privado sanitario; como ejemplo, la Comunidad de Madrid: de los 33 hospitales públicos, cinco tienen gestión privada y sus tratamientos son hasta seis veces más caros para las arcas públicas. Mientras, la sanidad pública madrileña ha perdido más de 5.000 profesionales en los últimos 10 años”.
Destacó que en momentos de crisis como el actual se nota especialmente que “los recortes y privatizaciones en la sanidad han provocado que carezcamos de los medios y el personal necesarios para dar una respuesta eficaz a esta emergencia”. Por eso, incidió en que desde su grupo “apoyamos al Gobierno en todas las medidas que adopte para reforzar el sistema sanitario, que debe dejar de funcionar pensando en enriquecer a unos pocos, porque en democracia la salud no puede ser un negocio”.
Coincidió con otros portavoces en que “estamos, efectivamente, en guerra contra el virus y contra sus consecuencias económicas y sociales, que pueden ser aún más trágicas que las sanitarias”. De ahí que se congratula por las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno de coalición: “200.000 millones de euros para atender las necesidades de la clase trabajadora, de las familias, de las pequeñas y medianas empresas y de los autónomos, que por primera vez en la historia van a tener una prestación por desempleo”.
“No admiten comparación con las medidas tomadas antes y por las que algunos toman ahora, sustituyendo la comida equilibrada de los comedores escolares por Telepizza”, advirtió.
Para entender mejor lo que está ocurriendo ahora y las consecuencias que puede tener en el futuro, apuntó que “la crisis del 2008 comenzó como una crisis económica para convertirse luego en social y política. Las medidas de recortes de entonces nos debilitaron. Tómense, señor presidente, todas las medidas necesarias para proteger los derechos sociales y laborales de nuestro pueblo, durante y después de esta situación, para que todo el mundo reciba el apoyo del Estado y que nadie se quede atrás”.
En tono constructivo, planteó que es posible convertir “esta grave crisis de seguridad en una oportunidad” y eso puede hacerse “recuperando nuestra soberanía económica con un modelo productivo robusto, para que en España volvamos a fabricar, a recuperar una industria y un sistema energético públicos, para traer de vuelta a los profesionales y trabajadores que tuvieron que abandonar nuestro país”.
Advirtió contundente que también deben tomarse medidas “contra las empresas apátridas, que hacen ajustes aprovechando esta coyuntura”.
Enrique Santiago considera que es momento de “ir más allá, estamos muy contentos de que los ayuntamientos puedan comenzar a utilizar su inmenso superávit económico acumulado. Estamos ante una ‘situación de emergencia extraordinaria que escapa al control de cualquier Estado’, como dice la Constitución, y eso obliga a utilizar la inversión pública como un arma de guerra”.
Valoró que las medidas aprobadas y las que vengan más adelante “estamos seguros de que nos van a fortalecer para que no vuelva a repetirse el abandono de la gente por las administraciones públicas”. Por todo ello, se puso a disposición del Gobierno para “reforzar las redes de solidaridad popular en los términos del decreto de Estado de alarma”.
“Porque solo el pueblo salva al pueblo -señaló vehemente- y porque unidos seremos fuertes y podremos vencer esta guerra, divididos sucumbiremos”. Enrique Santiago concluyó con un claro “y hoy, más que nunca, a toda España, Salud, mucha Salud”.