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IU y Podemos registran una querella contra el ultraderechista Hermann Tertsch en el Supremo por “provocación para la rebelión armada” tras arengar a las FF.AA contra el Gobierno

Ambas formaciones imputan también al eurodiputado de Vox en el escrito que dirigen a la Sala Segunda los supuestos delitos de “odio al promover de forma directa hostilidad y violencia por razón de ideología” y “amenazas al Gobierno de la nación”. Reclaman al alto tribunal que, dada su condición de cargo electo, solicite “al presidente del Parlamento Europeo la tramitación y aprobación por parte de la Eurocámara del suplicatorio para investigar al querellado”

Las formaciones políticas Izquierda Unida y Podemos interponen hoy viernes ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo una querella criminal dirigida contra Hermann Tertsch, dirigente y eurodiputado del partido de ultraderecha Vox. En su amplio y documentado escrito, de 16 páginas, ambas formaciones recogen en la tipificación de hechos delictivos que le atribuyen los de ‘provocación para la rebelión armada’ (art. 477 del Código Penal), ‘amenazas al Gobierno de la nación’ (art. 504 del C.P.) y ‘delito de odio al promover de forma directa hostilidad y violencia por razón de ideología’ (art. 510 del C.P.)

Podemos e Izquierda Unida detallan al exponer estas conductas delictivas que atribuyen a Tertsch que el eurodiputado ultraderechista “viene participando de forma notoria y ostensible en la generación de un clima de confrontación contra el legítimo Gobierno democráticamente elegido por el Congreso de los Diputados”.

Más concretamente, la querella incide en el hecho de que el pasado 2 de enero el querellado publicó en su cuenta de twitter @hermanntertsch la siguiente proclama, que se incluye en la parte probatoria: ‘En estos días parece que todos los cómplices de Zapatero desde el etarra Otegi a los comunistas Iglesias y Garzón se esfuerzan por hacer inevitable la aplicación del Artículo 8. para que las Fuerzas Armadas interrumpan un obvio proceso golpista de voladura de España como nación‘.

Hermann Tertsch lanzó este llamamiento público “pocas horas antes de que el 4 de enero de 2020 comenzara el debate de investidura que propició la formación del nuevo Gobierno del que es presidente el socialista Pedro Sánchez, investido por el Congreso de los Diputados el día 7 de enero de 2020, y del que forman parte como ministros los aludidos Pablo Iglesias y Alberto Garzón, ambos máximos responsables políticos de las organizaciones políticas aquí querellantes”.

El escrito registrado ante el Supremo destaca también que la proclama tuvo “una notable repercusión en los medios de comunicación, lo que da cuenta de la preocupación que ha generado en la sociedad española esta declaración del querellado”. Para demostrar la “relevancia social”, se adjuntan en el escrito de denuncia “algunas noticias publicadas en diferentes medios reflejando el llamamiento que realizó el eurodiputado de Vox”.

Del mismo modo, se añade que pocos días después Tertsch reincidió en su conducta para lanzar desde su cuenta en Twitter “un nuevo recordatorio o amenaza implícita en forma de tuit, lanzado públicamente el día 22 de enero, en el sentido de que las Fuerzas Armadas, que se encuentran jerárquicamente subordinadas al Gobierno democrático de España, activen su fuerza en contraposición a la acción de impulso ejecutivo y legislativo del Gobierno y de las Cortes Generales”.

“El querellado -se indica- insiste de forma contumaz en llamar a los sectores militares de la sociedad a que activen una suerte de autodesarrollo del art. 8 de la Constitución para que las Fuerzas Armadas ejercen su fuerza como si fuesen un poder autónomo del Estado”.

Izquierda Unida y Podemos argumentan también que la querella criminal se presente ante la Sala Segunda del Supremo “conforme a lo establecido en el artículo 71.3 de la Constitución, que establece la competencia de esta Sala para la investigación de hechos con relevancia penal imputables a diputados o senadores, aforamiento que debe extenderse a eurodiputados, toda vez que los hechos denunciados, de confirmarse su veracidad, serían constitutivos de delitos que habría cometido un europarlamentario, por lo que la instrucción y enjuiciamiento de la causa que se deriva de la presenta querella corresponde al Tribunal ante el que comparecemos”.

De igual manera, las dos formaciones que se presentaron a las elecciones generales bajo el nombre de Unidas Podemos solicitan al alto tribunal que “resulta pertinente y necesaria” que admita su personación como acusación “para emprender esta acción penal en forma de querella, mediante la figura de la acusación popular, toda vez que los hechos tienen una evidente relevancia pública, afectando a los intereses generales y a los principios básicos que sustentan el Estado democrático de derecho, siendo por otra parte que los querellantes juegan un relevante papel en el juego democrático que se desarrolla en nuestro país y tienen plena legitimidad para defender los valores constitucionales que se ponen en peligro con las actuaciones del querellado”.

Podemos e Izquierda Unida solicitan al Tribunal Supremo una serie de “diligencias precautorias y de investigación a practicar” para la comprobación de los hechos denunciados, con independencia de las que pudiera estimar pertinentes el instructor o la defensa. Entre ellas destaca muy especialmente que “al ser el querellado miembro del Parlamento Europeo, y en atención a lo dispuesto en el art. 9 de su Reglamento interno, procédase a solicitar al presidente del Parlamento Europeo la tramitación y aprobación por parte de la Eurocámara del suplicatorio para investigar al querellado”.

Una vez que se resuelva este trámite los querellantes piden también al Supremo que llame a declarar a Hermann Tertsch “asistido de letrado de su confianza”.

El texto de la querella alude también al hecho de que las manifestaciones de Hermann Tertsch “llamando a la intervención del Ejército contra la elección y despliegue de políticas del Gobierno que días después iba a ser investido por el Congreso, se produjeron en un contexto en el que determinados sectores de la sociedad alentaron la creación de un agresivo clima de rechazo a la investidura del nuevo presidente”.

A su vez, se apunta que entre quienes estaban generando ese clima de confrontación, y también dentro de las filas de Vox, está  “el compañero de partido de Tertsch y general retirado Fulgencio Coll Bucher -jefe del Ejército de Tierra entre 2008 y 2012, y actual portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca- que realizó una serie de declaraciones el día 23 de diciembre de 2019 en las que venía a insinuar que el jefe del Ejecutivo debía ser destituido por otros poderes del Estado por ser un problema para la ‘seguridad nacional’, alentando igualmente una suerte de quebrantamiento del Estado de derecho”.

Dentro de su apartado de Fundamentos de Derecho, la querella incide respecto a la figura delictiva de la provocación para la rebelión armada (art. 477 del Código Penal) en que el art. 18 del mismo C.P. indica respecto a este precepto que “la provocación existe cuando directamente se incita por medio de la imprenta, la radiodifusión o cualquier otro medio de eficacia semejante, que facilite la publicidad, o ante una concurrencia de personas, a la perpetración de un delito”.

“Desde luego, no cabe duda de que el querellado se ha valido de un medio de difusión de masas, como es la red social Twitter, para facilitar la publicidad de su incitación a la rebelión de los miembros de las Fuerzas Armadas, no siendo baladí señalar que si el legislador ha incluido la provocación (o incitación) para la comisión de delito de rebelión es por la graves consecuencias que puede llegar a producir sobre la paz social y el normal funcionamiento del juego democrático este tipo de conductas provocadoras de un alzamiento o insubordinación de carácter militar, con el consiguiente peligro real para la integridad de las personas y su vida en libertad”, apostilla el escrito.

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