El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha propuesto hoy en la reunión que mantiene en Madrid la Coordinadora Federal (máxima instancia ejecutiva federal de dirección de IU) la celebración de una consulta a las bases de la formación para que se pronuncien, en el caso de que en los próximos días se concrete un acuerdo de gobierno con el PSOE, si respalda que se conforme un Ejecutivo de coalición entre la formación que lidera Pedro Sánchez y las fuerzas políticas integrantes del grupo parlamentario de Unidas Podemos.
“Izquierda Unida tiene que estar preparada ante todos los escenarios”, ha asegurado Garzón durante la exposición de su informe político al inicio de la reunión. “Vamos a hacer todo lo posible para que haya un acuerdo progresista que evite unas nuevas elecciones y la alternativa reaccionaria de un gobierno de derechas”.
De ahí que el máximo responsable de IU haya planteado directamente “consultar a las bases para que sea la militancia quien mandate a la dirección sobre la posibilidad de un acuerdo entre el PSOE y nuestro grupo parlamentario para conformar un gobierno de coalición”.
Los/as miembros de la Coordinadora Federal de Izquierda Unida van a debatir durante toda la mañana sobre esta cuestión hasta votar finalmente el contenido del informe presentado por Garzón. Éste avanzó que la pregunta que se plantee en una consulta que se pondría en marcha a partir de mañana será “honesta y clara”, teniendo muy claro que “la organización está preparada para toda esta eventualidad”.
Garzón aseguró con vehemencia que “pedimos y exigimos al PSOE, y a Pedro Sánchez en particular, responsabilidad. No valen excusas”. Recordó que el presidente del Gobierno en funciones en los meses trascurridos desde las elecciones del 28A “ha pedido el apoyo de la derecha para gobernar, al tiempo que ha planteado vetos” a esas mismas formaciones que en público aseguraba que eran sus ‘socios preferentes’. Consideró que Sánchez “no debe desaprovechar esta oportunidad porque estamos más cerca que nunca de llegar a un acuerdo”.
En esta misma línea, el coordinador federal de IU reconoció que en todo este proceso ha habido “elementos que no nos han gustado”, entre los que concretó el “veto de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias, algo que no fue elegante ni estético, sino un error” o las “acusaciones graves y gruesas” a sus virtuales socios.
En este contexto, calificó de “honesta, valiente y generosa” la decisión hecha pública ayer por el líder de Podemos de dar un paso a un lado “para facilitar el acuerdo”.
Alberto Garzón consideró “absolutamente necesario” que todos los interlocutores se pongan de acuerdo y que tengan “altura de miras” para “mantener la negociación abierta hasta el último día”.
Destacó que Izquierda Unida “por nuestra cultura política y los más de 30 años de historia” pone como prioridad que el acuerdo sea “programático”, en conexión con el tradicional ‘Programa, programa, programa’ que siempre ha defendido.
“Este es el único medio para conseguir los objetivos que defendemos”, dijo. Y pasó a enumerar algunos de los fundamentales: “derogar la reforma laboral del PP que tanto ha debilitado a los trabajadores y trabajadoras, y a los sindicatos. Intervenir en el mercado de la vivienda para impedir la especulación y enfrentarse a los ‘lobbies’ y a esos grandes fondos de inversión que expulsan a las familias de sus casas y de los barrios donde han vivido desde hace varias generaciones”.
No olvidó citar también la “imprescindible rebaja de la factura de la luz” y hacer frente a un incremento del recibo eléctrico ideado “para aumentar los beneficios de esas grandes empresas que actúan como un oligopolio”.
Alberto Garzón insistió durante su intervención en que “el acuerdo programático es parte de la razón de ser de IU”, pero advirtió también de que “no solo vale con llegar a un acuerdo, sino que por experiencia sabemos que se necesitan garantías para su cumplimiento”. Recordó que “el ejemplo lo tenemos en el acuerdo que se alcanzó para los Presupuestos Generales del Estado, tras el cual cerca del 80% de su contenido no se ha cumplido”.
Eso sí, puso sobre la mesa la parte positiva del contenido de ese pacto alcanzado hace apenas seis meses, que consideró como “un punto de partida para cualquier acuerdo. Esto debería facilitar las cosas”.