En los últimos días habréis visto muchas noticias sobre Ursula von der Leyen, la nueva presidenta de la Comisión Europea. De ella se ha destacado que es la primera mujer en asumir el mando del Gobierno de la UE y que sus propuestas políticas son marcadamente sociales, feministas y ecologistas. Todo esto, por un discurso el pasado martes en el Parlamento Europeo. Pero no, Ursula von der Leyen no es esa persona.
¿Quién es Ursula von der Leyen?
Es la exministra de Defensa de Alemania y mano derecha de la canciller, Angela Merkel. Ha estudiado en algunas de las universidades más exclusivas del mundo y proviene de una familia aristócrata. Destaca por su defensa a ultranza de la OTAN y su perfil militarista. Y también por la venta de armas: el Parlamento Alemán le ha abierto una investigación por presunta adjudicación fraudulenta de contratos armamentísticos a amigos. Pero esto no ha importado para su nombramiento.
¿Quién la ha propuesto como candidata a la presidencia de la Comisión Europea?
Ursula von der Leyen no está aquí por casualidad. Con la nueva legislatura tocaba renovar todos los puestos clave de la UE y ella es el resultado del mercadeo e intercambio de cromos y sillones que han protagonizado los Estados miembros, con Alemania a la cabeza. Además, es una propuesta muy tramposa: desde 2014, los grandes partidos políticos europeos designaban a sus candidatos a presidir la Comisión Europea meses antes de las elecciones al Parlamento Europeo, de manera que la gente pudiera conocer antes de votar quién sería el jefe o la jefa del Ejecutivo europeo dependiendo de los resultados electorales. Pero Von der Leyen no estaba entre esos candidatos y candidatas.
¿Entonces, cómo ha llegado hasta aquí?
Las elecciones europeas han mostrado un debilitamiento claro de la clásica gran coalición entre socialdemócratas (la familia política del PSOE) y conservadores (la del PP), que han tenido que repartirse los puestos clave de la UE poniéndose de acuerdo con los liberales (es decir, los socios europeos de Ciudadanos) y con aquellos partidos de extrema derecha que están hoy en los gobiernos de algunos Estados miembros como Polonia, Hungría e Italia. Lo que había pasado hasta ahora es que el partido europeo más votado en las elecciones europeas ponía a su candidato a presidir la Comisión Europea con el apoyo del resto. Esto es lo que llevan haciendo toda la vida el PP y el PSOE. Además, cada Estado propone a los comisarios y comisarias que acompañarán a ese presidente durante la legislatura.
Por otro lado, los Estados se reparten otros puestos clave como la presidencia del Banco Central Europeo y la presidencia del Consejo Europeo. La falta de acuerdo en el reparto de sillones ha provocado que todas aquellas personas que habían sido designadas como candidatas antes de las elecciones a la Eurocámara fueran vetadas por unos y por otros y que se abriera la vía Von der Leyen.
¿Queréis decir que las europeas y europeos no deciden quién preside la Comisión?
Exacto. Lo que se ha puesto de manifiesto con el nombramiento de Von der Leyen es que los gobiernos de los Estados miembros de la UE se reparten a puerta cerrada los cargos y que las europeas y europeos no pintamos nada en esa toma de decisiones. De hecho, la situación es aún más preocupante. La persona que preside la Comisión Europea es propuesta por los Estados miembros y tiene que ser refrendada por el Parlamento Europeo. Las familias políticas, para no perder la cuota de poder que se han repartido en la negociación privada previa, no tienen más remedio que votar a favor de la persona impuesta por el denominado consenso.
¿Esto no anula la capacidad de decisión del Parlamento?
Totalmente. El Parlamento Europeo es la única institución de la UE que podemos elegir directamente en las elecciones. Sin embargo, en lugar de permitir que sea el Parlamento el que se exprese libremente sobre la persona que debe presidir el Ejecutivo europeo en los próximos cinco años, los Gobiernos de la UE acaban imponiendo su criterio.
¿Y cómo ha quedado la votación?
Von der Leyen fue designada presidenta de la Comisión Europea con 383 votos a favor de 733 votos totales. Es decir, obtuvo la mayoría por tan sólo nueve votos. La votación ha puesto de manifiesto la gran división que ha habido dentro del Parlamento para aceptarla como presidenta y que sin los votos de partidos de extrema derecha como el PiS de Polonia (que forma parte del grupo parlamentario de VOX) y el Fidesz del presidente de Hungría, Viktor Orban (integrado en el Partido Popular Europeo). Podemos decir sin cortapisas que la extrema derecha ha puesto a Von der Leyen al frente de la Comisión Europea.
¿Y qué ha votado la Izquierda europea?
Como es natural, hemos votado en contra de la elección de Von der Leyen. Desde el Grupo de la Izquierda Unitaria Europea nos tomamos esto en serio y por eso elaboramos un documento programático con diez puntos. Von der Leyen no se comprometió a cumplir ninguno de ellos y, por tanto, mostramos nuestro rechazo durante las votaciones.
¿Has leído que Von der Leyen ha propuesto políticas feministas?
Uno de los ejes del discurso de Von der Leyen en el Parlamento Europeo fue el de las políticas de igualdad. Habló de igualdad salarial, de que su equipo en la Comisión Europea sería paritario por primera vez y de luchar contra la violencia contra las mujeres. De hecho, desde hace semanas uno de los argumentos que han estado utilizando socialdemócratas, liberales y conservadores para apoyar su elección es que sería la primera mujer en presidir la Comisión Europea.
Por supuesto, desde Izquierda Unida estamos a favor de las cuotas y consideramos positivo que una mujer presida el Ejecutivo comunitario y que haya paridad entre mujeres y hombres en la Comisión Europea, pero no vamos a aceptar un lavado de cara feminista de este tipo. Lo importante para nosotros y nosotras son las políticas y Von der Leyen tiene un pasado que pone en evidencia que ese supuesto perfil feminista es mentira. En lo económico es ultraliberal, como su mentora, Angela Merkel. Forma parte del Partido Popular Europeo, que ha mantenido bloqueada la Directiva de Igualdad de Trato y la Directiva de Maternidad. Y como diputada en Alemania, votó en contra de la despenalización del aborto. Sin un cambio profundo en las políticas de la UE que incluyan de forma transversal en los tratados las cuestiones de género, nunca habrá un cambio real ni ningún avance en la igualdad entre hombres y mujeres.
¿Has leído que Von der Leyen hizo un profundo alegato ecologista?
Es cierto. Von der Leyen también hizo el ecologismo otro de sus ejes. Sin embargo, para afrontar la emergencia climática se necesitan muchas más cosas que la capa de barniz verde que desde que comenzaran las marchas por el clima están empezando a utilizar todos los grandes partidos europeos. Es imposible dar un giro ecologista a la UE desde la perspectiva neoliberal que propone Von der Leyen. Sólo cambiando el modelo productivo, la forma en la que producimos, consumimos y nos relacionamos comercial o turísticamente con el resto de países del mundo, es posible atajar la emergencia climática.
En un discurso queda muy bien hablar de reducir las emisiones contaminantes y de apostar por las energías verdes, pero sin políticas concretas que cambien radicalmente la estructura económica de la UE, esos anuncios se quedan en palabras vacías. Von der Leyen además apuesta por una economía verde que fomente las inversiones privadas, es una gran defensora de la industria armamentística, profundamente contaminante, y de los acuerdos de libre comercio, foco de destrucción del planeta y del expolio de recursos en las zonas donde la biodiversidad es más rica.
¿Has leído que Von der Leyen propuso muchas medidas sociales?
Es cierto. Pero nuevamente, desde una perspectiva profundamente neoliberal y asistencialista. Estamos de acuerdo en el establecimiento de un Salario Mínimo a nivel europeo. Pero su visión de esto es que debe ser diferente dependiendo del sector productivo en el que se trabaje. Esto solo contribuirá a perpetuar las diferencias entre pobres y ricos en una Europa marcada por un modelo en el que los países del Norte tienen la industria y los del Sur las playas y la mano de obra barata. Dijo que promocionaría la garantía juvenil para promocionar el trabajo entre las personas más jóvenes, pero esto no es más que una manera de bonificar a las empresas reduciendo sus aportaciones a la seguridad social. Apoyó el plan paneuropeo de pensiones privadas y la educación concertada. Von der Leyen forma parte de la familia política que ha introducido las políticas de austeridad y que ha impuesto reformas laborales en todos los Estados miembro que provocan paro, precariedad y pobreza.
¿Entonces no es una presidenta que apuesta por lo social, el ecologismo y el feminismo?
No. Von der Leyen sabía que su elección iba a estar muy ajustada por todo el proceso oscuro que había precedido a su candidatura. Lo que hizo fue adaptar en su discurso ejes como el feminismo, el ecologismo y las políticas sociales para intentar atraer el voto de los partidos socialdemócratas y verdes en la Eurocámara. Sin un cambio radical en la estructura económica de la UE, no será posible un cambio efectivo en todos esos ámbitos.
¿Y qué han votado el resto de grandes partidos españoles?
PP, PSOE y Ciudadanos votaron a favor de Von der Leyen, siguiendo las directrices de sus partidos europeos. El caso del PSOE es más sangrante, porque ha puesto a la cabeza de la Comisión Europea a una persona profundamente neoliberal a cambio de que Josep Borrell acabe siendo jefe de la diplomacia europea y que Nadia Calviño pueda presidir el Fondo Monetario Internacional. Por otro lado, el PSOE fue muy crítico con la manera en la que se había propuesto a Von der Leyen, pero a la hora de la verdad, como en casi todas las votaciones que se producen en Europa, acabó alineándose con el PP y con Ciudadanos. El PSOE sigue sacando pecho de sus políticas sociales en España y después votando todo lo contrario en Europa.