El candidato de Izquierda Unida en la lista de Unidas Podemos al Congreso por Sevilla, Miguel Ángel Bustamante, ha presentado hoy en la capital andaluza distintas propuestas para hacer frente a los graves problemas que soportan las mujeres en el mundo laboral, entre ellos la brecha salarial o la imposibilidad de desarrollar una verdadera conciliación familiar. “Unidas Podemos -ha indicado- tiene listas una batería de propuestas para hacer frente a cuestiones como estas y pasan, esencialmente, por aplicar medidas concretas y viables para lograr una economía social que esté al servicio de las personas”.
Bustamante ha acudido esta mañana a las instalaciones del Grupo Konecta, con un 70% de mujeres en su plantilla, para apoyar las reclamaciones de las trabajadoras ante la precariedad laboral y los bajos salarios. Consideró que “las desigualdades de género se expresan en las realidades materiales de las mujeres”, algo que “puede comprobarse perfectamente en un sector servicios altamente precarizado”.
Consideró “fundamental” que “el Gobierno que surja de las elecciones del 28A legisle con eficacia y ponga en marcha a corto plazo medidas que den la vuelta a algunos datos oficiales incuestionables: la brecha salarial entre mujeres y hombres supera el 31%, la porcentaje de paro femenino supera en tres puntos al masculino, mientras que una de cada cuatro mujeres trabaja a tiempo parcial y son las trabajadoras las que en más de un 90% de los casos piden excedencia para hacerse cargo de los cuidados de hijas e hijos”.
“No vale con parches -afirmó- y se necesita un Gobierno que, con los pies en el suelo, actúe con valentía para darle la vuelta al papel subalterno que el mercado laboral asigna a las mujeres. Este papel, sumado a los contratos precarios y a los bajos salarios, acaba teniendo consecuencias devastadoras en el acceso a sistemas de protección social como la prestación por desempleo y también a la pensión”.
Miguel Ángel Bustamante entiende, no obstante, que “junto a los imprescindibles cambios legislativos para regular los avances no es menos importante conseguir crear una conciencia social de igualdad que transforme la cultura patriarcal y sexista existente”.
De ahí que haya defendido que “el feminismo no es una moda, es una cuestión de Estado. Decir que está de moda es desideologizar e invisibilizar el trabajo realizado desde hace mucho tiempo con mucho esfuerzo. El feminismo no es solo un movimiento social, es una teoría, una práctica política y una lucha cotidiana”.